Frecuentemente se vincula la figura del emprendedor con la creación de un nuevo negocio. Esto es cierto, pero hay mucho más detrás de este perfil. Se trata también de aquellos profesionales que se encuentran en constante evolución. Buscan las mejores soluciones y tienen una gran capacidad para innovar.
Entonces, podemos decir que un emprendedor es una persona que es capaz de visualizar nuevas oportunidades en los negocios y ponerlas en práctica. Una característica que es inherente a este perfil profesional es la asunción de riesgos.
La situación laboral actual es convulsa en todo el mundo. Las necesidades de los consumidores cambian constantemente y el auge de las nuevas tecnologías ha modificado sus comportamientos. ¿Y cómo afecta esto al entorno empresarial?
La inestabilidad y la precariedad provocan que muchos empleados se lancen al emprendimiento para conservar o desarrollar su carrera. Entonces, ellos son los encargados de reinventar los procesos, las técnicas y las metodologías. Y sobre todo, adaptar su puesto a estas nuevas necesidades.
Intrapreneur: ¿qué es un emprendedor interno?
Son muchos los empleados que apuestan por crear su negocio propio. Sin embargo, cada vez más, los emprendedores se quedan dentro de la compañía donde trabaja. Es ahí donde asumen los riesgos e incentivan las soluciones.
Este segundo tipo de emprendedor se denomina intrapreneur. También es conocido como emprendedor interno y se encarga de crear una nueva área de negocio. Es decir, se encarga de liderar el proyecto desde el planteamiento de la idea hasta convertirlo en una actividad rentable. Cumpliendo así los objetivos previstos.
El intrapreneur es capaz de visualizar la oportunidad de negocio independientemente del departamento en el que trabaje. Este profesional debe velar por alcanzar la máxima rentabilidad y logar la participación de todos los miembros de la organización. Con el fin último de cumplir los objetivos.
Las aptitudes de un emprendedor interno
Es innegable que para ser un buen profesional se requiere una formación académica adecuada al puesto. Pero para ser emprendedor interno se necesita algo más. Sobre todo, habilidades relacionadas con nuestra propia personalidad.
Como hemos mencionado, emprender requiere asumir riesgos. Por ello, es necesario tener seguridad y autoconfianza. Debemos confiar en nuestras capacidades, pero esto no significa no tener miedo y actuar de forma temeraria.
La persona emprendedora debe actuar sin temor a los nuevos retos, pero teniendo en cuenta sus oportunidades y haciendo frente a los imprevistos. La astucia es muy importante para saber elegir la idea o las técnicas para desarrollarla.
El espíritu del sacrificio es necesario a la hora de decidirse a emprender. La persona debe saber que no será un camino corto y puede que en muchas ocasiones, no sea sencillo. La constancia es vital para superar los posibles inconvenientes en el proceso.
Ventajas del Intrapreneur
Los emprendedores internos pueden aportar grandes beneficios para la compañía, pero ¿qué puede aportar la empresa a este perfil profesional?
- Solo se ocupa de un problema específico, lo que permite aunar todos los esfuerzos en una actividad determinada.
- Riesgos limitados. Al formar parte de una empresa, los riesgos se minimizan.
- Perfil relevante en la empresa. Al ocuparse de resolver los problemas que pueden derivar en la consecución de los objetivos, estarán muy bien valorados.
- Podrán actuar como líderes.
- Crecimiento personal y profesional.
El crecimiento empresarial a través del emprendimiento
Los emprendedores internos son impulsores del crecimiento en los negocios. Estos profesionales pueden desarrollar trabajos como gerentes, responsables de departamentos, líderes de proyectos,…
El departamento de Recursos Humanos es el encargado de seleccionar a los empleados con estas características. Por ello, es necesario analizar los perfiles para elegir a aquellos que cumplen con estas cualidades.
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