incentivos laborales

Ventajas del plan de incentivos laborales

Los incentivos laborales económicos pueden funcionar a corto plazo para mejorar el rendimiento de los trabajadores. Sin embargo, a largo plazo dejarán de tener el efecto esperado. Por este motivo, la clave está en combinarlos con otros factores que potencien la motivación intrínseca en los miembros de la organización.

En muchas ocasiones, se cree que los factores externos pueden hacer que los trabajadores se sientan más a gusto y desempeñen mejor su actividad. Y esto es cierto, funciona. No obstante, estos estímulos cada vez tendrán que ser mayores con el paso del tiempo para ir cubriendo las nuevas necesidades.

¿Qué son los incentivos en el trabajo?

Cuando nos referimos a incentivos laborales estamos hablando de acciones que una empresa pone en marcha para conseguir una mayor motivación en los empleados. Con el fin último de que aumenten su rendimiento y esto genere mejores resultados en la compañía.

Como hemos mencionado, podemos encontrar recompensas de carácter económico o estímulos no monetarios. Los primeros son muy conocidos sobre todo en departamentos de ventas con las comisiones o en los sistemas de producción.

Mientras que los segundos, van más allá del dinero. Ofrecen opciones que generan bienestar en el trabajador. Por ejemplo, flexibilidad para la conciliación, bonos en servicios para el empleado o su familia, instalaciones adecuadas, reconocimientos de los éxitos,…

Para conseguir que los incentivos laborales consigan su objetivo es necesario diseñar un plan. Es decir, la empresa debe idear un programa que incluya los elementos que más se ajusten a sus necesidades. Por este motivo, es crucial realizar un análisis previo del tipo de negocio y de empleados.

De esta forma, podremos implantar un plan de incentivos laborales que logre aumentar la productividad y, en resumen, obtener mejores resultados.

Ventajas de tener un plan de incentivos laborales en su negocio

El gran objetivo de los incentivos laborales es aumentar la motivación para mejorar los resultados, ¿pero qué más pueden aportar al negocio?

  • Atraer talento: si usted cuida a sus trabajadores, ellos hablarán bien de su negocio y traerán nuevos perfiles profesionales para seguir creciendo.
  • Fidelizar empleados: sentirse cómodo y valorado hace que los trabajadores sean más fieles a su empresa.
  • Evaluar resultados: la compañía podrá monitorizar la actividad para conocer los resultados en todo momento. De esta forma, se detectarán las fortalezas y debilidades de cada persona y podrán atender sus necesidades.
  • Fomentar trabajo en equipo: si el plan tiene objetivos comunes, los empleados realizarán su desempeño en conjunto. De este modo, estarán aprovechando las sinergias y creando un clima laboral más cercano.
  • Ahorro de recursos financieros: las empresas pueden deducirse algunos de los incentivos laborales gracias al Impuesto de Sociedades. Por lo tanto, es ventajoso para la organización que puede ofrecer mejores condiciones con una inversión asequible.
  • Competencia saludable: trabajando en equipo o no, podremos fomentar una lucha por obtener los mejores resultados posibles debido a la motivación que sienten en el desarrollo de su puesto de trabajo.
  • Trato igualitario y justo: de esta forma, se pueden evitar favoritismos. Todos los empleados deben tener a su disposición los mismos estímulos en la empresa.
incentivos y trabajo en equipo
Los incentivos laborales son acciones que una empresa pone en marcha para conseguir una mayor motivación en los empleados y una de sus ventajas es fomentar el trabajo en equipo.


Diseño del plan de incentivos laborales

Ahora que ya conoce algunos de sus beneficios, seguro que querrá poner en marcha un plan dentro de su compañía. Por este motivo, le explicamos cómo diseñarlo paso a paso.

En primer lugar, como en casi todas las cuestiones, es necesario definir los objetivos. ¿Qué queremos lograr con nuestro plan de incentivos? Siempre deben plantearse en formato SMART, lo que permitirá delimitarlos detalladamente para posteriormente actuar y alcanzarlos.

El segundo paso es adecuar estos estímulos a cada organización y grupo de trabajadores. Como hemos mencionado, la adaptación es fundamental para conseguir los objetivos. Por lo tanto, debemos saber cuáles son nuestros recursos y cómo podemos utilizarlos para lograr los resultados más óptimos.

Por lo tanto, no hay una fórmula única para todos los negocios. Usted tiene que estudiar su empresa y a sus empleados para ofrecerles aquello que les sea útil y les motive. Para ello, podríamos investigar internamente a través de encuestas o entrevistas, por ejemplo.

Con estas técnicas podemos recopilar ideas y formar una lista de incentivos laborales posibles. Después, en la tercera fase será cuando haya que elegir los que sean más beneficiosos para la compañía y sus empleados. Finalmente, tendremos que publicar este plan para que esté en conocimiento de todos y puedan sacarle el máximo partido.

¿Pero quién se ocupa de todo esto? Los profesionales de los recursos humanos junto con la alta dirección, además, de la imprescindible colaboración del conjunto de la empresa. No obstante, en este contexto, una Maestría en Dirección y Gestión de RRHH le permitirá tomar este rol tan importante en las organizaciones actuales.