Poka Yoke

Poka-Yoke: sistema a prueba del error

La mayoría de errores se producen por culpa de las personas. Esta es la idea que inspiró el sistema Poka-Yoke. La herramienta de Lean Manufacturing busca limitar los fallos. De forma literal significa “a prueba de errores”. El ingeniero Shigeo Shingo, trabajador de Toyota en los años 60, fue quien acuñó y definió este término. Pretendía poner solución a los fallos cometidos sobre todo en la producción. De este modo, se asegura la calidad del producto y, en muchas ocasiones, mejora la seguridad industrial. Los mecanismos Poka-Yoke imposibilitan los errores humanos. Por ejemplo, los conectores USB que no permiten conectarlos al revés. Asimismo, este sistema también puede detectar los fallos y avisar de ellos.

¿Qué funciones puede hacer un Poka-Yoke?

El sistema Poka-Yoke ha evolucionado desde su aparición en la década de los 60. No se ha ceñido solo al ámbito de la producción industrial. Por ello, actualmente es muy común encontrar en nuestro día a día dispositivos que utilizan este método. Se trata de una garantía de buen uso tanto para los consumidores como los productores. La satisfacción del cliente está directamente relacionada con la calidad del producto. Así pues, este modelo asegura que la empresa cumple este objetivo. Además, los procesos industriales son más seguros para el trabajador. Para ello, en la cadena de producción existen dos tipos de Poka-Yoke: predicción y detección.

Función de control

Son mecanismos que avisan del error para evitar que se cometa. Predicen los posibles fallos. Advierten al trabajador, detienen la cadena o la controlan. De este modo, la intervención es inmediata y no permite que continúes realizando un proceso de forma equivocada. Son altamente efectivos.

Función de aviso

Con la implantación de la función de aviso se da por hecho que el error puede producirse. Sin embargo, contar con un dispositivo que detecte el fallo puede advertir al operario. Y por ende, corregirlo antes de que llegue al final de la cadena de producción. Son menos efectivos que los elementos de control. Pueden implantarse, por ejemplo, a través de barreras fotoeléctricas, sensores de presión, alarmas,…

La implementación de las herramientas Poka-Yoke en una organización tienen grandes ventajas, siempre que el sistema se adapte a la actividad de la compañía.

Mecanismos Poka-Yoke: tipología y usos

Los mecanismos Poka-Yoke pueden ser de tipologías distintas según su función. Aunque el objetivo continúa siendo evitar los errores, sus usos son aplicables a distintas áreas. Destacan los siguientes tipos:

  • Físicos: son aquellos que controlan los atributos físicos del producto o el proceso. Se ocupan de identificar los fallos en las cuestiones materiales.
  • Secuenciales: la mayoría están destinados a la seguridad del trabajo. Los mecanismos garantizan que se siga el orden en el proceso. Omitir un paso puede hacer que producto no se válido para la venta o que el empleado asuma riesgos en su puesto.
  • De agrupamiento: el objetivo de este tipo de Poka-Yoke es no olvidar ningún elemento.
  • De Información: sirven de retroalimentación para el usuario o el trabajador.

¿Cuáles son las ventajas de los sistemas “a prueba de errores”?

La implementación de las herramientas Poka-Yoke en una organización tienen grandes ventajas. Esto es así siempre que el sistema se adapte a la actividad de la compañía. Copiar un modelo ya existente puede suponer más problemas que beneficios. Sin embargo, si analizamos las particularidades de la empresa la implantación será fácil y económica. Asimismo, otra ventaja garantizada es la eliminación del doble trabajo. Es decir, se suprimen los esfuerzos para comprobar los errores o la subsanación de estos.

De este modo, el operario puede ocuparse de añadir más valor en el producto. Por otra parte, en las actividades repetitivas es más probable cometer errores. Con este modelo se elimina el riesgo de cometer errores en acciones de este tipo. Asimismo, también es útil cuando el operario desconoce el procedimiento o se despista. En última instancia, la calidad del producto tiene como consecuencia la satisfacción del cliente. Y en conclusión, esto remite beneficios para la empresa. El factor humano en una empresa es un elemento imprescindible. Sin embargo, esto no garantiza que pueda generar problemas.

Por ello, los sistemas Poke-Yoke son una opción para mejorar tanto interna como externamente. Una organización que vela por la seguridad de sus trabajadores refleja un compromiso más allá de los beneficios económicos. De este modo, transmite una imagen de responsabilidad social con los empleados y, en conclusión, una mejor imagen corporativa. Asimismo, el producto sin fallos evidencia una responsabilidad para con el cliente final. Lo que en definitiva genera satisfacción y fidelización de los usuarios.