Las empresas dedican todos sus esfuerzos a crear productos que satisfagan las necesidades de los consumidores. Desde la primera idea hasta su comercialización. Sin embargo, si no se cuenta con las estrategias de mercadotecnia, las posibilidades de alcanzar los objetivos se reducen significativamente.
El marketing, por lo tanto, es el camino hacia la venta. Dicho de otro modo, el conjunto de acciones desarrolladas por la organización para conquistar el mercado. Para lograr los objetivos, el equipo encargado de la mercadotecnia debe realizar análisis de mercado o conocer las herramientas más eficientes.
Dependiendo de a quién se dirija, las estrategias de marketing pueden ser de tres tipologías:
- Orientadas al mercado: cuando se focaliza en las necesidades del consumidor.
- Destinadas a las ventas: donde prima la intención de aumentar la presencia de la empresa en el mercado.
- Enfocado al producto: la acción se centra en la mejora del proceso productivo.
¿Por qué son necesarias las estrategias de mercadotecnia?
La principal razón para llevar acabo estrategias de mercadotecnia en su negocio es lograr los mejores resultados en las actividades de comercio del producto. Hasta llegar al final del proceso, son muchos los departamentos que entran en juego para crear el producto. Por esta razón, debe ser un trabajo coordinado entre todos los equipos.
El objetivo final, tras vender el producto, es maximizar los beneficios de la empresa. Las cuestiones previas a la fijación de una estrategia se establecen en el Plan de Marketing. Es decir, el documento que agrupa los objetivos previstos, la planificación a seguir, el análisis de los públicos,…Y finalmente, las técnicas y herramientas para implementar el proceso.
Las estrategias de mercadotecnia
Las estrategias son acciones encaminadas a la consecución de un objetivo determinado. Por esta razón, no se deben decir de forma superficial. En relación al tema que tratamos, y como ya hemos mencionado, realizar un Plan de Marketing previamente puede ayudar a fijar las metas de forma que se ajuste a nuestro negocio.
Los cuatro pilares de la mercadotecnia son: precio, producto, distribución y promoción. Por lo tanto, nuestra estrategia debe ir orientada a sacar el máximo partido de estos elementos.
Producto: el encargado de satisfacer las necesidades
El producto es el bien o servicio que se ofrece al consumidor. Su objetivo principal es satisfacer las necesidades de los compradores. Aunque existen estrategias dirigidas exclusivamente a él, es el eje donde giran el resto de elementos y sus técnicas. Los métodos de marketing más aplicados al producto son los siguientes:
- Lanzar un nuevo producto.
- Cambiar estilo, color, material.
- Agregar nuevas características.
- Modificar logotipo.
- Mejorar el packaging.
- Ampliar garantía o políticas de devolución.
Precio: el valor monetario de lo que ofrecemos
El precio de un producto es el valor monetario que establece el productor y debe pagar el consumidor al adquirir el bien o servicio. Teniendo en cuenta esta cuestión, las estrategias para el precio estarán relacionadas con las formas de pago o los descuentos, por ejemplo.
Aunque cada estrategia tiene sus propios objetivos, todas ellas están relacionadas con el bien o servicio ofrecido. No se pueden desvincular, ya que aquello que proponemos define en gran medida lo que podemos esperar de él. Es decir, si nuestro producto es de baja calidad, no sería adecuado fijar un precio muy elevado. Algunas de las estrategias más habituales en cuanto al precio son las siguientes:
- Fijar precios por debajo del promedio: lo barato siempre llama, aunque puede generar desconfianza. Sin embargo, tendrá una rápida acogida y llegará al consumidor a mayor velocidad. Así pues, si el producto tiene una calidad adecuada, probablemente se sitúe por encima de tus competidores; ya que la relación calidad-precio es mejor.
- Fijar los precios por encima de la media: de este modo, la empresa aumentará el margen de ganancia. Asimismo, puede provocar en el cliente la sensación de calidad, prestigio o exclusividad.
- Mejorar las formas de pago: el dinero en efectivo comienza a perder la batalla contra el de “plástico”. Por ello, es necesario adaptar nuestro negocio a las nuevas necesidades, en este caso, al pago a través de Apps, con tarjetas de crédito o depósito bancario. Cuantas más opciones ofrezcas, a más público puedes satisfacer.
- Ofrecer descuentos: existen multitud de opciones para reducir el precio en beneficio del cliente y del negocio. La fidelización es una de las grandes ventajas que puede obtener a través del descuento. Por ejemplo, una cartilla de sellos donde marcar cada compra y al completarla el cliente recibe un premio.
Distribución: cómo hacer llegar el producto al cliente
La distribución hace referencia a aquellas actividades que permiten que el producto o servicio llegue desde la empresa hasta el punto de venta donde el cliente lo consuma. Frecuentemente, las estrategias de mercadotecnia sobre distribución tienen que ver con los puntos de ventas o los canales de distribución. Algunos ejemplos de estas pueden ser los siguientes:
- Vender directamente al consumidor final: al utilizar un canal de distribución directo el control sobre el producto es total. Además, puede ahorrar costes extra derivados de la logística externa.
- Vender vía telefónica: el producto se ofrece a través de la llamada telefónica. El usuario debe haber facilitado sus datos en algún momento para que sea posible el contacto. Es el método más frecuente en compañías telefónicas.
- La venta mediante mailing: funciona exactamente igual que la vía telefónica, salvo que en este caso se envía un email informando del producto o servicio al consumidor.
- La tienda online como punto de venta: nuestro producto se oferta en Internet. Permite ahorrar costes de locales y suministros, sin embargo, requiere cierta dedicación para que la web funcione correctamente y atraiga a los clientes.
Promoción: la estimulación para el cliente
Las promociones son estrategias de mercadotecnia. Una maestria en mercadotecnia se basa en las actividades que comunican al consumidor cuestiones sobre nuestro producto. Estas deben incentivar la compra, por lo tanto, están relacionadas con la publicidad y las relaciones públicas. Las más destacadas son las siguientes:
- Utilizar redes sociales: nos encontramos en la era digital y esto hace que la presencia en Internet sea necesaria. Sobre todo, en las redes sociales. Pero es necesario contar con un profesional que sepa utilizar el lenguaje adecuado para persuadir al público según la plataforma utilizada. Con nuestra Maestría En Línea en Community Manager y Posicionamiento Web podrá abordar los retos que surgen de los nuevos modos de promoción.
- Crear un blog: en la misma línea que las redes sociales, el posicionamiento es muy importante. Por ello, un blog especializado en asuntos relacionados con nuestro producto puede mejorar la visibilidad en Google u otros buscadores. Y en consecuencia, nuestra promoción.
- Promociones de ventas: ofertar dos productos por el precio de uno o un descuento extra por aniversarios, por ejemplo, son un modo eficaz de llamar la atención del consumidor.
- Obsequiar con artículos publicitarios: los objetos con el nombre de nuestra marca pueden ser un modo de publicitar nuestro producto a través de los propios clientes. Agradece su compra y a la vez le recuerda la marca todo el tiempo.