Estrés, agotamiento emocional, despersonalización, ansiedad,… ¿Alguna vez ha sentido esto en su trabajo? Se llama Síndrome Burnout y es un trastorno emocional ligado al entorno laboral.
Aunque se trata de una patología psicológica también afecta a las condiciones físicas. Se genera en el ámbito del trabajo. Pero con el tiempo acaba invadiendo todas las áreas de la vida del empleado.
Actualmente, la población de todo el mundo lleva un ritmo acelerado. No hay tiempo para nada y prisa para todo. Esto desemboca en problemas como el que tratamos hoy. Tanta es la repercusión que está teniendo, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha catalogado como riesgo laboral.
¿Sabía que los países pierden entre el 0,5% y el 3,5% del Producto Interior Bruto (PIB) por el estrés de los trabajadores? Estas son las cifras que ha facilitado la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Síntomas del Síndrome Burnout
Como hemos anticipado se trata de una enfermedad mental asociada al empleo o desempleo. Por lo tanto, sus primeros síntomas se harán visibles en el entorno laboral. Algunos de los síntomas más frecuentes del Síndrome Burnout son los siguientes:
- Fatiga, falta de energía y sensación de agotamiento: especialmente destacable porque comienza desde el inicio de la actividad, sin margen para el cansancio.
- Frustración y sentimiento de fracaso: cuando no se alcanzan los objetivos pero el esfuerzo ha sido enorme.
- Estado de ánimo muy variable: irritable, negativo, irónico o distante.
- Falta de concentración: dificultad para realizar el trabajo o desconectar de él cuando finaliza la jornada.
Todos estos síntomas pueden desarrollar otras enfermedades psicosomáticas. Por ejemplo, dolor de cabeza y musculares, pérdida de peso, problemas gastrointestinales, entre otras.
Causas del Síndrome Burnout
El Síndrome Burnout es progresivo. La enfermedad empieza con pequeños síntomas hasta llegar a desembocar en la incapacidad para el desarrollo del trabajo. Todos podemos vernos afectados por esta patología. Sin embargo, hay algunos perfiles más proclives a ello:
- Profesiones que implican dedicación a terceras personas: educadores, médicos, enfermeros, trabajadores sociales, entre otros.
- Oficios determinados por vocación: es habitual pensar que como hacemos lo que nos gusta, no supone esfuerzo. Pero los excesos acaban teniendo repercusión.
- Personas en situación ilegal o trabajos precarios: el miedo a perder el sustento hace que las condiciones puedan ser inadecuadas, perjudicando a la salud mental del trabajador.
Un trabajador puede verse afectado por el Síndrome de Burnout si se expone durante mucho tiempo a situaciones laborales como, por ejemplo, las siguientes:
- Sobrecarga emocional.
- Carga de trabajo excesiva.
- Largas jornadas.
- Elevado nivel de exigencia.
- Malas relaciones en el entorno laboral.
Estas situaciones pueden clasificarse en tres áreas. En primer lugar, la organización es la que se encarga del volumen de trabajo, horarios y condiciones en general. Seguidamente, las expectativas interpersonales que tienen que ver con la capacidad de exigencia personal. Por último, las cualidades personales, nuestra personalidad es un factor influyente en cómo nos enfrentamos a los retos.
¿Cómo puede prevenir este trastorno emocional?
La prevención de las enfermedades mentales y físicas comienza en la empresa. Como podrá estudiar en nuestra Maestría en Línea en Prevención de Riesgos Laborales, el departamento de Recursos Humanos debe evaluar las condiciones de la empresa. El análisis de las situaciones que son propensas a derivar en enfermedades podrá prevenirlas.
De este modo, desde la compañía podrán realizarse acciones para reducir o erradicar este tipo de síndromes. El primer paso hacia la salud laboral es dotar al trabajador de las herramientas adecuadas. De este modo, podrá realizar sus tareas con seguridad y efectividad.
Fomentar la comunicación asertiva es otra de las técnicas que puede resultar útil. Promoviendo la empatía y estableciendo relaciones sanas en el entorno laboral. Con el fin de que el empleado pueda dar su opinión sin ser juzgado o someterse a la voluntad de otros.
Por otra parte, los directivos deben ser realistas con sus objetivos y trasmitirlo a sus trabajadores. El empleado debe modificar sus expectativas. Pero, sin embargo, no tiene porqué renunciar a sus ambiciones. Teniendo en cuenta los recursos disponibles, sus habilidades y el tiempo delimitado.
Algunos consejos para limitar la aparición del Síndrome Burnout pueden ser los siguientes:
- Respetar las pausas para los descansos.
- No excederse con la jornada laboral.
- Fomentar un buen clima entre compañeros de equipo.
- Atender a las señales que nos da el cuerpo.
- Separar el plano laboral y personal.
- Recurrir al apoyo familiar y social.
Soluciones al Síndrome Burnout
Un correcto diagnóstico es fundamental para comenzar la recuperación. El profesional sanitario debe conocer las características y síntomas de este síndrome. Confundirlo o normalizarlo puede suponer su empeoramiento.
Por ello, el trabajador debe acudir a una entrevista clínica que permita al médico averiguar cómo es su situación. Además, conviene que entienda el modo de trabajar o la organización de la empresa.
Una vez diagnosticado, el afectado puede seguir unas pautas para mejorar su situación. Por su puesto, siguiendo siempre las indicaciones de su facultativo. Por ejemplo:
- Alimentación sana: lo que ingerimos afecta directamente a nuestro estado físico pero también al psicológico. Por ello, es importante llevar una dieta adecuada.
- Realizar deporte: el ejercicio puede ser una vía de escape para desconectar. Asimismo, sentirnos mejor con nuestro cuerpo nos reconciliará con nuestra mente.
- Actividades programadas: así podrá evitar la tentación de trabajar más.
- Sea bondadoso: algunos estudios han determinado que aquellas personas que ayudan a otras son más resistentes a trastornos como este.
El Síndrome Burnout crece de manera progresiva si no se diagnostica. Por esta razón, es muy importante que no se subestimen las enfermedades mentales derivadas del trabajo.
La evolución de estos trastornos puede alcanzar otros ámbitos como el familiar o social. Perjudicando al desarrollo personal. La frustración pasará a formar parte de la rutina con lo que esto conlleva: agotamiento, abuso de sustancias y, en el peor de los casos, ideas de suicidio.
En definitiva, empresa y empleados deben formar un equipo para que ambas partes salgan beneficiadas. Si se encuentra mal, no dude en comunicarlo a su compañía o médico, ellos son sus aliados.