¡Organice su empresa! El organigrama de una empresa es una herramienta imprescindible para el departamento de Recursos Humanos. Esta permite conocer la estructura interna de los de la organización.
La representación visual identifica las cadenas de mando, cómo se ordenan los departamentos o qué funciones están subordinadas a otras. De este modo, la dirección puede sentar las bases y coordinar los aspectos relacionados con la producción y los vínculos interpersonales.
Es decir, un organigrama permite la rápida visualización de los equipos y departamentos. Esto es muy útil para mejorar la comunicación interna de la empresa. Conocer con quién debe trabajar o a quién debe recurrir en un determinado momento. En definitiva, permite facilitar la transmisión de información entre todos los componentes de la compañía.
Es más, incluso los agentes externos a esta como los proveedores o clientes podrán saber quiénes son las personas a las que deben dirigirse y ahorrar tiempo en el contacto.
Por lo tanto, ¿todas las empresas necesitan un organigrama? La respuesta es sí, y además, debe formar parte del plan de negocio. Posteriormente se irá rediseñando para adaptarse a las circunstancias reales.
Cómo diseñar el organigrama de una empresa
Antes de comenzar con el diseño propiamente dicho del organigrama de su empresa deberá saber cuáles son los elementos a tener en cuenta para realizarlo.
En primer lugar, debe conocer todos los departamentos que la forman y, a su vez, los empleados y sus responsabilidades. La cadena de mando es imprescindible a la hora de jerarquizar en esta representación gráfica. Independientemente del tipo de organización, todas deberían tener un organigrama para ayudar a la gestión de los RRHH.
De este modo, todos tendrán claro quién toma las decisiones y actúa como líder. En este mismo sentido, los departamentos han de ser segmentados. Esto permite dirigir la atención a grupos concretos con perfiles y objetivos iguales. Por ejemplo, a la hora de impartir una formación especializada. Por lo tanto, habrá que conocer las tareas que se llevan a cabo de forma exhaustiva para posteriormente agruparlas en las divisiones independientes.
Al estudiar las actividades de cada miembro podrá determinar si son redundantes, se solapan o no tienen un líder que las guíe. En definitiva, determinar el ámbito de control.
En este punto ya podrá comenzar a crear su diseño. La clave está en comenzar desde los puestos más altos hasta los más bajos. Es decir, en primer lugar, debe situar al CEO de la empresa. Finalmente, los últimos puestos los ocuparán los empleados más dependientes.
Asegúrese de que aparecen todas las tareas y el equipo de personas de la organización. El organigrama debe ofrecer una visión global. Así será más sencillo identificar la estructura y conocer la movilidad interna.
Por último, debería preguntarse si su organigrama va a mejorar la toma de decisiones o la estrategia de la empresa. Si la respuesta es negativa, deberá replantear su diseño, algo está fallando.
Organigrama de una empresa: tipos y funciones
La tipología de los organigramas puede ser tan variada como formas de empresas existen. Pueden diseñarse en función de su contenido o de su naturaleza, entre otros. Esto significa que siempre podrá encontrar un diseño que se adapte a su negocio. A continuación, vamos a resumir los modelos más habituales y sus características.
Naturaleza
En esta división encontramos tres modelos que varían en función del número de empresas que se plasman. Por ejemplo, el organigrama microadministrativo corresponde a una sola organización. Mientras que el macroadministrativo es utilizado con dos o más. Por otra parte, el mesoadministrativo, se utiliza con más de dos compañías del mismo sector de actividad.
Contenido
Si nos fijamos en el contenido de nuestro organigrama, este puede ser integral, que engloba todas las unidades. Otro modelo sería funcional, donde se muestran las funciones de cada cargo; o de puestos, plazas y unidades, este es el más completo ya que agrupa toda la información sobre los puestos existentes, las tareas y quién las desarrolla.
Ámbito
Otra forma de organizar la empresa es en función de su ámbito. Existen dos tipos: general, donde se representa la jerarquización hasta un nivel determinado. Por otra parte, el específico incluye datos sobre un asunto en concreto, por ejemplo un departamento.
Representación gráfica
Según la forma del organigrama podrá ser vertical u horizontal. El primero es el más utilizado para representar jerárquicamente la estructura. Por el contrario, el segundo se usa cuando la empresa es pequeña y cuenta con pocos niveles. En esta misma tipología existen modelos mixtos, por bloques y circulares.
Finalidad
Otro factor determinante para crear su organigrama es la finalidad. Dependiendo de ella podremos encontrar modelos informativos, que sirvan para mostrar información a un público. También puede ser formal, cuando la alta dirección lo elabora, aprueba y tiene en cuenta. En el lado opuesto, el informal no estaría aprobado.
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