Las barreras de comunicación son el enemigo de las relaciones sociales. Si hablásemos en tintes cinematográficos serían las antagonistas de toda película. El personaje que dificulta la trama. Sin embargo, siempre hay un héroe o heroína para salvar a la humanidad, bueno, en este caso a los intercambios de información.
La comunicación es el acto de transmitir y recibir un mensaje. Una acción habitual que aprendemos desde pequeños, y nos es innata a los seres humanos. Pero en cada lugar tiene sus propias características para que el proceso funcione correctamente.
Los expertos en este ámbito hablan de la comunicación como un aspecto inevitable. Recordando las palabras de uno de estos estudiosos, afirmaba que es imposible no comunicar. Es decir, hasta cuando no queremos decir nada, estamos transmitiendo un mensaje.
Por esta razón, debemos tener en cuenta que la comunicación no se reduce solo a lo que decimos a través del lenguaje oral. Nuestros gestos tienen gran importancia. Así como la transmisión en formato escrito.
¿Qué son las barreras de comunicación?
Las barreras de comunicación son interferencias. En otras palabras, obstáculos que dificultan la transmisión del mensaje entre el emisor y el receptor. Estas pueden generar distorsiones y malentendidos. En definitiva, rompen el proceso comunicativo.
Existen distintos tipos de barreras de comunicación, dependiendo de qué aspecto se vea alterado. Aunque todas ellas perjudican a la correcta interpretación del mensaje.
Barreras semánticas
Este tipo de interferencias están relacionadas con el significado de las palabras. Esto sucede cuando no entendemos una palabra en su contexto o le damos un significado equivocado. Así pues, los problemas pueden ser generados tanto por la persona que emite el mensaje como por la que lo recibe.
Barreras psicológicas
Las barreras de carácter psicológico tienen que ver con la situación concreta del emisor o el receptor. El estado emocional y el tipo de relación que mantienen ambas partes afectan en el desarrollo de la comunicación.
Cómo nos ven o lo que conocen de nosotros puede determinar la comunicación. Podemos mostrar simpatía o rechazo al mensaje por los prejuicios o las experiencias previas.
Barreras fisiológicas
El estado físico también determina el buen funcionamiento de la comunicación. Un nivel alterado, independientemente del motivo, perjudicará al intercambio informativo. Por ejemplo, las personas ebrias, confusas o somnolientas.
En este mismo sentido, las deficiencias físicas en los sentidos como la sordera aumentarán el riesgo de malentendidos, si el mensaje no se adapta a las necesidades. Así como, la mala caligrafía en la comunicación escrita.
Barreras físicas
Estas son las más fáciles de entender. Son aquellas que reportan dificultades por el entorno en el que se encuentran las personas. La luz, el ruido o la distancia son algunos de los aspectos más frecuentes.
También afectan los problemas en los dispositivos a través de los que nos comunicamos. Por ejemplo, la mala cobertura en los teléfonos móviles.
Barreras administrativas
Al contrario que las anteriores, estas pueden ser menos reconocibles. Pero tienen gran importancia. Se trata de aquellas barreras que tienen que ver con la administración de la comunicación. Un ejemplo puede ser la sobre información o el déficit de la misma, la falta de planificación,…
Qué es la comunicación efectiva
La comunicación está siempre presente. Pero, ¿cómo funciona en el ámbito empresarial? Las relaciones de poder, las aspiraciones desmedidas o las malas relaciones pueden crear un ambiente laboral conflictivo e incómodo.
Por esta razón, desde las organizaciones deben comprometerse con esto e implementar prácticas que garanticen el bienestar de todos los miembros de la compañía. Esto se denomina comunicación efectiva (es extrapolable a cualquier otra situación) y se da cuando el mensaje enviado se comprende con éxito.
Sin embargo, este concepto va un poco más allá, los participantes deben sentirse entendidos y escuchados. Es necesario hacer un ejercicio de empatía para interpretar los gestos y las emociones, no limitarse a las palabras.
Las cinco tipologías de barreras de comunicación pueden extrapolarse al ámbito empresarial. Concretamente, los problemas más frecuentes son los siguientes:
- Falta de credibilidad de la fuente.
- Filtraciones: decir mucho o poco puede ocasionar una respuesta negativa.
- Sobrecarga de información.
- Semántica: cada profesión requiere unos términos especializados, no conocerlos puede incurrir en fallos comunicativos.
Claves para una comunicación efectiva
Una buena comunicación dentro de una empresa permitirá que todos los miembros conecten entre ellos. Así como el fomento del compañerismo, la ayuda mutua y, en última instancia, el desarrollo del trabajo de forma eficiente. Si quieres lograr una comunicación efectiva en tu empresa, te ofrecemos cuatro consejos:
- La comunicación como prioridad: las reuniones de departamento son una buena opción para poner en común los proyectos. Pero también, cómo se sienten los empleados. Por otra parte, siempre es mejor una conversación cara a cara que a través de email o teléfono.
- Sinceridad: ante las situaciones difíciles es importante ir de frente y no evitar las conversaciones más incómodas. Tratar los temas es el primer paso para resolverlos.
- Tener consciencia lingüística: en un ambiente laboral y, sobre todo, cuando se plantean temas de gran relevancia, hay que utilizar un lenguaje correcto. Si se usan tecnicismos, es importante asegurarse que todas las partes los conocen.
- Comunicación no verbal: más del 50% de la comunicación es no verbal. Por esta razón, nuestro lenguaje corporal puede generar interpretaciones, aunque sean movimientos involuntarios. Adquirir consciencia de nuestro mapa gestual es una oportunidad para reducir los posibles mensajes erróneos.
Si le interesa esta área y quiere conectar con el mensaje, no dude en realizar nuestro Doctorado en Comunicación. Todos los ámbitos de la empresa le necesitarán.