La educación es el motor del mundo. La difusión del conocimiento nos acerca a nuestro entorno, nos permite relacionarnos y encontrar soluciones a los problemas. Es, en definitiva, la clave para el desarrollo personal. El método de aprendizaje basado en proyectos (ABP) es una de esas metodologías que renuevan las formas de adquirir competencias.
La docencia ha evolucionado exponencialmente con el paso de los años. Valorando cada vez más el proceso educativo e innovando en él. La enseñanza unidireccional empieza a quedarse obsoleta. Dando lugar a las aulas dinámicas que fomentan el trabajo en equipo.
El aprendizaje basado en proyectos es una estrategia de diseño y programación de tareas que resuelvan preguntas o proyectos. No se trata de algo nuevo, al menos la idea en la que se basa. ¿Qué profesor no ha hecho un proyecto práctico con sus alumnos alguna vez?
Sin embargo, la importancia de esta metodología reside en que el proceso de investigación recae sobre el alumnado. El profesor actúa como apoyo, pero el peso del proyecto es tarea de los estudiantes.
La resolución de problemas que conocen o tienen impacto sobre ellos hace que su implicación en el proyecto aumente. Igualmente, fomenta la cooperación y la autonomía. Una educación basada en el “saber hacer”.
Como consecuencia de una sociedad en constante cambio esta metodología aumenta su valor. A partir de la experiencia, el alumno será capaz de enfrentarse a la realidad llena de incertidumbre.
A través de nuestro Doctorado en Línea en Educación podrá conocer los diferentes tipos de enseñanza, atendiendo tanto a los más tradicionales como a los más innovadores. Siendo fuente de inspiración para su futura actividad profesional.
Características del aprendizaje basado en proyectos
Es habitual intentar simplificar la realidad para explicar los conceptos, pero ¿por qué no enfrentarse directamente a la realidad con su complejidad? Esta podría ser la clave de la metodología del aprendizaje basado en proyectos. Sus características más destacables son las siguientes:
- El alumno es el protagonista: el proyecto depende de sus capacidades para llevarlo a cabo.
- Aprendizaje activo: no se trata de la docencia unidireccional donde el profesor explica la información y el alumno se ciñe a escucharla.
- Inclusividad: todos los alumnos pueden participar y colaborar.
- Interdisciplinariedad: el proyecto puede abarcar distintos ámbitos del conocimiento, poniendo a prueba las competencias del alumno.
- Socialización: el trabajo en equipo es fundamental para aprender a relacionarse mediante el diálogo y la puesta en común de las ideas.
El desarrollo del aprendizaje
El doctor en pedagogía, Ángel Ignacio Pérez Gómez, afirma que nuestros esfuerzos deben enfocarse al desarrollo de tres capacidades. Estas son necesarias para el progreso de los ciudadanos. Por lo tanto, debemos potenciar las mentes:
- Científica y artística: la disciplina de la ciencia y la creatividad artística. El tándem perfecto para la educación. No se trata solo de explicar la materia. Es importante asegurarse de que los alumnos la entienden y sabrán aplicarla de forma productiva. Cuando desarrollamos un proceso hay que diseñarlo, ejecutarlo y finalmente obtener el producto. En este momento los conocimientos se asientan.
- Ética y solidaria: el ser humano es un ser social. Por esta razón, debemos saber convivir con el resto de la sociedad. Con la era digital esto se ha vuelto mundial, pudiéndonos relacionarnos con gente de otras culturas, religiones o lenguas. El aprendizaje basado en proyectos permite entrenar habilidades sociales para después aplicarlas al mundo real.
- Personal: cada persona debe tener su proyecto vital. En este sentido, destaca la autonomía que nos permitirá decidir nuestro camino en la vida. Esta metodología ayuda a iniciar este proceso. Dotando al alumno de independencia para tomar decisiones y conseguir sus objetivos.
Cómo iniciar un proyecto
El primer paso para llevar a cabo la metodología ABP es seleccionar el proyecto en sí mismo. Debemos plantearnos qué queremos averiguar. Una pregunta del docente puede hacer surgir múltiples ideas.
Por ejemplo, ¿por qué pueden volar algunos animales? A partir de esta cuestión los alumnos podrán empezar a plantear sus proyectos: anatomía de las aves, aspectos relacionados con la biología humana, por qué es útil que las aves vuelen.
De una sola pregunta surgirán muchos temas. Entonces, el docente deberá dirigir para concretar y guiar en la enseñanza. Esto debe vincularse a un aspecto real, algo que podamos encontrar en nuestra vida cotidiana.
Otra opción es relacionar los proyectos con el centro educativo o con alguna idea que pueda generar un beneficio social. De este modo, el alumno sentirá que está haciendo algo útil y aumentará su implicación. Igualmente, la presentación final del proyecto puede incrementar la motivación.
Para realizar una docencia ABP es necesario tener en cuenta las siguientes cuestiones:
- Idea o tema.
- Criterios de evaluación.
- Actividades de aprendizaje.
- Planificación.
- Producto final.
- Presentación.
El aprendizaje basado en proyectos y su aplicación al mundo laboral
El debate sobre qué tipo de educación es mejor está sobre la mesa. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la enseñanza que elijamos puede determinar nuestro futuro. En la actualidad no sirve saber mucho de un área, es necesario poder aplicarlo a la vida real.
El modelo ABP, como hemos mencionado, fomenta la autonomía, la independencia y el trabajo en equipo. Cualidades muy valoradas en los entornos laborales.
Por lo tanto, si nuestro proceso de aprendizaje ha contado con estas características, en el futuro seremos capaces de afrontar los retos con una visión colaborativa e interdisciplinar.
¿Enseñanza tradicional o métodos innovadores?