efecto látigo

El efecto látigo puede prevenirse, aprenda cómo evitarlo en su empresa

La cadena de suministros es una parte imprescindible de la logística. Su función es llevar el producto desde donde se produce hasta el consumidor final. Por lo tanto, si algo falla en el proceso terminará afectando al cliente. En este sentido, el efecto látigo es fruto de alteraciones dentro de la cadena de suministro.
Su nombre hace referencia al movimiento de este instrumento cuando lo agitamos. Las ondas que dibuja el látigo se asemejan a las fluctuaciones de la demanda en el mercado.

No obstante, estas oscilaciones pueden repercutir negativamente en el inventario de la cadena de suministro por diversas razones que a continuación vamos a desarrollar. También trataremos las formas de evitar o prevenir el bullwhip effect.

¿Por qué sucede el efecto látigo?

La causa más frecuente para ocasionar el efecto látigo es la variabilidad de la demanda. Es decir, cuando los pedidos aumentan o disminuyen pueden afectar directamente al abastecimiento, a los tiempos de distribución,…u otras fases de la cadena.

No obstante, aunque está es la causa más habitual, existen otros motivos que pueden provocar que el efecto látigo azote a nuestra empresa. A continuación se los explicamos en detalle.

Deficiencias en la comunicación y coordinación 

La cadena de suministro está compuesta por diferentes etapas hasta llegar al consumidor. Cada uno de esos niveles tiene sus propias tareas, recursos, capital humano,…son como piezas independientes que forman un puzzle cuando se encajan.

Y ahí nace el problema, si no existe una comunicación bien coordinada, cada nivel actuará sin pensar en el resto. Finalmente, esto perjudica al resultado final pues no hay una percepción general. Esto da lugar, inevitablemente, a desajustes durante el proceso.

Falta de flexibilidad en el aprovisionamiento

Cuando hablamos de aprovisionamiento nos referimos a proporcionar los materiales o productos necesarios para cumplir la misión de la organización. En este sentido, tanto por exceso como por defecto, desencadenará un problema.

Por lo tanto, las empresas que cuentan con estrategias flexibles pueden adaptase mejor ante el crecimiento o la reducción de las demandas del mercado.

El efecto látigo puede producirse debido a errores de previsión, falta de flexibilidad en el aprovisionamiento, etc.

Errores de previsión

Los descuentos, las promociones y las ofertas especiales alteran las cantidades de productos que se demandan. Esto es perjudicial cuando la empresa no tiene una previsión y no se anticipa ante una acción programada.

Pero también puede suceder si los responsables de abastecer el almacén no estudian las tendencias y la información que aportan proveedores y clientes.

Consejos para evitar el efecto látigo

Evitar el efecto látigo es posible con acciones como las que vamos a enumerar a continuación. Algunas de ellas pueden parecer evidentes y eso puede hacer que las subestimemos. Pero trabajar cada una de ellas puede ser determinante en el éxito de una empresa.

Comunicación y transparencia

Hemos mencionado que una de las causas del también conocido como efecto Forrester puede ser la mala comunicación. Por lo tanto, una solución para mitigarlo es mejorar este aspecto dentro de la organización.

La comunicación es un requisito indispensable dentro de todos los departamentos. Incluir prácticas que fomenten la relación y el intercambio de información siempre será favorable para la empresa en general y para el área en particular.

En este sentido, la transparencia en los procesos es clave. Por ejemplo, el acceso a documentación en tiempo real, el conocimiento de las tareas que se están llevando a cabo, quién las realiza,…En definitiva, cuando más sepamos, mejor sabremos responder.

Previsión temporal del abastecimiento

Hay que tener en cuenta que los primeros síntomas de este efecto se reflejan en los problemas de abastecimiento. En cuanto a esto, los responsables de la logística, más concretamente de la cadena de suministro, deben tener un plan de actuación para responder rápidamente.

Existen multitud de herramientas que permiten monitorizar y realizar un seguimiento de los productos, por ejemplo. De esta forma, se puede analizar en qué puntos se estanca le cadena y buscar soluciones específicas.

Respuesta rápida y eficaz

Dar una respuesta en tiempo real es un valor añadido para la organización. Para ello, es necesario gestionar los datos que genera la empresa. Por lo tanto, tener una base de datos actualizada permitirá la inmediatez.

Asimismo, se necesita un equipo cualificado para  manejar esta tecnología y saber convertir los datos en conocimiento útil. De esta forma, podrán mejorar la toma de decisiones en relación con la experiencia del cliente final.

En conclusión, el efecto látigo puede evitarse en gran medida con planificación, organización y comunicación. Todo ello, complementado con profesionales de la logística que cuenten con conocimientos especializados aplicables en cada fase.

Nuestra Maestría en Logística, Compra y Transportes le dotará de las habilidades y conocimientos necesarios para gestionar este departamento con rigor y eficiencia. Así, usted será el responsable de evitar que efectos como este sucedan y llevar a la empresa hacia el éxito.