Encontrar un puesto de trabajo no es una tarea fácil. Además de las exigencias académicas o las habilidades sociales, el postulante debe contar con unas aptitudes laborales óptimas. Conocer cuáles son las habilidades más valoradas por las empresas puede ser un atajo hacia el puesto que siempre soñó. ¿Quiere conocer cuáles son?
En primer lugar, debemos contextualizar la situación actual. Nos encontramos en un periodo de incertidumbre que afecta a todos los sectores y ámbitos de la vida cotidiana. Esto ha hecho que algunas organizaciones se encuentren frente a grandes dificultades. Otras tantas, han tenido que adaptar su negocio y, en el peor de los casos, cerrar sus instalaciones definitivamente.
A todo esto, debemos sumar una sociedad globalizada y clientes cada vez más exigentes, entre otras cosas. Es decir, las organizaciones necesitan ir más allá en el reclutamiento de talento. Los departamentos de Recursos Humanos deben implementar metodologías para que los candidatos seleccionados sean excelentes y se adapten a la compañía.
En un mercado laboral tan competitivo es necesario diferenciarse. Todas las empresas quieren tener en sus plantillas a los mejores, por ello, cada vez más se valoran otras cuestiones más allá de la formación académica.
Aptitud y actitud, ¿cuál es la diferencia?
Los límites de estos dos conceptos a veces pueden ser confusos. Por ello, en muchas ocasiones son utilizados indistintamente, pensando que su significado es el mismo. Sin embargo, los profesionales de los recursos humanos deben conocer las diferencias. De este modo, podrán determinar cuál de las dos es mejor para la empresa. ¿Trabajador con aptitud o trabajador con actitud?
Pero vayamos al grano. La aptitud es la capacidad de una persona de hacer una tarea adecuadamente. Mientras que la actitud es el comportamiento que tiene al realizarla.
Por ejemplo, en una oferta de empleo como docente. Se espera que el candidato cuente con aptitudes verbales, numéricas o sociales. Pero también deberían tenerse en cuentas las actitudes positivas, proactivas o asertivas.
Por lo tanto, a la hora de seleccionar un candidato la empresa no debe fijarse solo en sus habilidades a la hora de realizar su actividad (aptitudes). Sino también en cómo las realiza (actitudes). Pues puede que el trabajador sea excelente desarrollando videojuegos. Sin embargo, sea incapaz de relacionarse con sus compañeros por su actitud.
Debemos tener en cuenta, que todo afecta a la empresa en general. Así que, si quiere encontrar al trabajador más adecuado, fíjese en sus actitudes y aptitudes laborales.
Las aptitudes laborales que debe potenciar
La búsqueda del candidato perfecto es compleja. Cuando la organización convoca una oferta de empleo para un puesto determinado los postulantes suelen tener conocimientos similares. Por ello, aquellos que se diferencian cuentan con más posibilidades de ser contratados.
Habitualmente se valoran los idiomas, la capacidad de liderazgo y el compromiso con la empresa. Así como las capacidades organizativas o la resolución de problemas. Sin embargo, actualmente, las aptitudes laborales más valoradas son las siguientes:
- Flexibilidad: saber adaptarse a los cambios es una aptitud muy valorada por los empresarios. Ser capaces de abordar las situaciones y reaccionar a tiempo.
- Pensamiento crítico: se trata de una actitud que promueve una aptitud. De este modo, el empleado a través de sus conocimientos previos será capaz de innovar y mejorar los procesos.
- Creatividad: imaginación al poder, no ceñirse a lo estipulado y buscar nuevas oportunidades.
- Comunicación digital: en la Era Digital es una capacidad imprescindible. Conocer estos entornos y sacarles el máximo partido es fundamental.
- Creación de contenido: al igual que la anterior, cobra mayor importancia en la época actual.
- Búsqueda de datos: a diario nos enfrentamos a miles de datos. Saber gestionarlos y utilizarlos es necesario en los entornos laborales.
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