ventajas competitivas de una empresa

Ventajas Competitivas de una Empresa y Nuestros Trabajadores

Por lo general, cuando hablamos de las ventajas competitivas de una empresa, pensamos automáticamente en costos o en la diferenciación de productos o marcas. Incluso, podemos pensar en tecnología. Pero, ¿qué pasa cuando le damos ese lugar a nuestros trabajadores? Si hacemos un poco de memoria, podremos recordar que toda característica o cualidad nos ayuda a que estemos en una mejor posición. Para contender ante cualquier situación es aquella que será considerada nuestra ventaja competitiva para las empresas. Hoy en día, en este mundo globalizado, para tomar las ventajas competitivas de una empresa la diferenciación en precios, marcas, costes o servicios, tiene cada vez más rivales. Hacer una distinción se ha vuelto más complejo. Es entonces, cuando hemos vuelto la mirada hacia nuestros trabajadores y hemos comenzado a darles verdadera importancia.

Cuando la capacitación de los trabajadores los convertimos en ventajas competitivas

Hasta hace unos años, pensar en invertir en el personal era una idea descabellada. ¿Cómo vamos a gastar dinero en alguien cuando se supone que esa persona fue contratada en un inicio para que la empresa genere más ganancias? La idea primordial era hacer dinero y las únicas variables en la ecuación eran las ventas y los costos. Con el paso del tiempo, las tecnologías avanzaron y esto tomo una serie de ventajas competitivas para las empresas. La globalización descubrió nuevas necesidades y fue la tecnología quien derrumbó las barreras del espacio y del tiempo. Fue entonces cuando nuestros conceptos quedaron obsoletos. Y volteamos a ver lo que quedaba, nuestro recurso humano. ¿Cómo íbamos ahora a diferenciarnos por la ventajas competitivas de una empresa cuando con tanto ahínco habíamos buscado la reducción de la mano de obra y la automatización? Nos había alcanzado el concepto de “lean” (delgado) y se extendía a todas las áreas de la empresa. Pero entonces sucedió que nos cambiaron las cartas del juego (o más bien agregaron nuevas reglas), donde ahora la especialización se volvía importante. Comenzamos a buscar soluciones específicas para problemas puntuales. Y justo cuando creímos tener todas las respuestas, las reglas cambiaron otra vez. ¿Será que antes era todo más sencillo? Hoy tenemos que estar a la vanguardia si queremos ser competitivos. Y la mejor forma, sin duda, es capacitar a nuestros trabajadores.

¿Valen mis trabajadores, o los hacemos valer?

Cuando pensamos en el valor que tienen nuestros empleados dentro de la empresa, se nos vienen varias ideas a la mente y les asignamos una ponderación basada en sus conocimientos, habilidades o experiencias. Pero, ¿qué hacemos nosotros como empresa para mejorar esas habilidades? Es un hecho que aun cuando tengamos el mejor proceso de selección y que toda persona que se adicione a nuestra plantilla cumpla con las competencias requeridas para el desempeño de su labor, si no se le capacita, habrá estancamiento, y después de un determinado tiempo incluso obsolescencia. Debemos hacer valer a nuestros trabajadores ayudándoles a desarrollar y alcanzar ese potencial que tienen. De esta forma, lo convertiremos en ventajas competitivas para la empresa. Y, ¿cuáles son entonces las ventajas de dicha capacitación?

Ventajas competitivas para el empleado

  • Motivación: un empleado feliz es un empleado más productivo.
  • Desempeño: el trabajador tendrá mejores herramientas para la ejecución de sus labores.
  • Evolución: cuando desarrollamos las capacidades de nuestros colaboradores podemos aspirar a tener líderes efectivos, que comprendan y se adapten a los cambios.
  • Seguridad: nuestros colaboradores tomarán mejores decisiones basadas en sus nuevas experiencias y su resolución de problemas será más efectiva.
  • Crecimiento: cuando abrimos el conocimiento a los demás, este pernea en sus objetivos, en sus metas, en su vida y en su familia.

Ventajas competitivas para la empresa

  • Incremento de la productividad general del colaborador capacitado.
  • Mejor toma de decisiones y solución de problemas.
  • Adaptación al cambio.
  • Disminución de errores operativos y administrativos.
  • Reducción de costos.
ventajas competitivas de una empresa
Debemos hacer valer a nuestros trabajadores ayudándoles a desarrollar y alcanzar ese potencial que tienen

¿Cómo capacitar a mis trabajadores?

Si ya tomamos la decisión de experimentar los beneficios de la capacitación, es importante que consideremos las diversas formas en que podemos llevar a cabo este proceso. Llevar a cabo las ventajas competitivas de las empresas y de los empleados.

Inducción efectiva

Si contamos con un buen programa de inducción general y específica, disminuiremos la curva de adaptación al nuevo puesto y cultura laboral. Esto se traduce en menos errores, y mayor motivación y seguridad a la hora de ejecutar las labores diarias.

Capacitación técnica

Si nos tomamos el tiempo de explicar a nuestros colaboradores la forma específica en que queremos que operen ciertas máquinas, lleven ciertos procesos, traten a ciertos clientes, o manejen sistemas específicos, será mucho más sencillo obtener resultados e incluso desarrollar e implementar mejoras.

Cursos y asesorías externas

Acudir a otros para desarrollar a nuestro personal también es una buena idea. Existe toda una gama de empresas que se dedican a ofrecer diversos cursos enfocados a distintos temas. Estos pueden ser de provecho para cualquier organización.

Cursos y asesorías internas

Si tenemos ya una filosofía en cuanto a capacitación se refiere, podemos desarrollar nuestra propia capacitación e ir innovando en los temas. En este punto lo primordial es contar con personal certificado para capacitar. Si nos decidimos a invertir en desarrollar a un agente capacitador, podremos estar innovando en los diferentes temas a impartir a nuestros colaboradores. Incluso desarrollar metodologías propias.

Mentoring

Si contamos con colaboradores de alta experiencia que puedan ejercer esta función, puede dar resultados muy efectivos. El aprendiz aprovecha toda la experiencia del aprendizaje social. Además, incluso de aprender una que otra técnica para el desempeño de la labor específica.

Coaching

Tener a alguien que ayude a desarrollar el potencial de los demás no tiene precio. Para estos casos, se aconseja invertir en la certificación del coach o en la contratación de planta de un entrenador previamente certificado.

Diplomados y maestrías

Existe una amplia gama de universidades y centros educativos donde adquirir nuevos conocimientos. El apoyar a los colaboradores, ya sea con tiempo para sus estudios o parte de la matrícula, los incentiva a la especialización, cuyos beneficios son para la empresa.

E-learning

Si incentivamos a nuestros colaboradores a adentrarse al mundo del e-learning, no solo descubrirán una herramienta accesible sino además con disponibilidad de prácticamente cualquier tema que se requiera. Además, los costos son bastante accesibles. Se puede incluso acceder a cursos gratuitos por parte de las más prestigiosas universidades o centros educativos. No queda duda que el uso de la capacitación es una de las mejores armas para generar las ventajas competitivas en una empresa. Hagamos valer a nuestros trabajadores ayudándoles a desarrollar todo su potencial.