La producción de contenido audiovisual requiere cumplir ciertas etapas hasta llegar al producto final. Si creía que en cuanto surge la idea se plasma, está muy equivocado. Aunque suena a tópico es imprescindible organizarse y planificarse para después ponerse manos a la obra con las cámaras.
Una de las herramientas más usadas para crear productos audiovisuales es el guion gráfico o storyboard. Como su nombre indica es un esquema ilustrado de la idea que queremos plasmar de forma visual. De este modo, se ilustran las escenas y los planos que se quieren mostrar en la historia.
Así pues, antes de coger la cámara y darle al play es necesario planificar qué queremos grabar y cómo queremos hacerlo. De esta forma, a través de la representación gráfica, los camarógrafos serán capaces de captar la idea.
Pero, ¿existe un solo tipo de storyboard? ¿Cuáles son sus funciones? ¿Cómo debe crearse? Respondemos a todas estas preguntas a continuación.
Las principales funciones de un storyboard
Es cierto que un storyboard no es una parte obligatoria de la creación audiovisual, pero cada vez gana más seguidores por su gran utilidad. Lo que sí es imprescindible es una buena planificación. Entonces, ¿por qué no utilizar esta herramienta para organizar sus ideas?
En un rodaje cinematográfico o publicitario es necesario que todo esté claro. Para evitar así, errores y pérdidas de tiempo en cambios de última hora.
Por este motivo, el storyboard permite previsualizar el resultado final. A través de los bocetos se puede indicar qué sucede en cada escena, quién interviene, el tipo de planos,…También pueden explicarse detalles más complejos de representar pero importantes para el proyecto.
En definitiva, la función principal es ilustrar la idea para que todas las partes puedan desarrollar su labor en base a esta. Incluso, para mostrárselo a los clientes antes de poner en marcha la grabación.
Distinga los tipos de storyboard
Puede coger lápiz y papel o si lo prefiere utilizar el último software que salió al mercado. No importa cómo plasme la primera idea de su vídeo, dependerá en gran medida de sus recursos.
Pero eso no es importante, lo realmente relevante es dejar bien claro qué queremos mostrar para que posteriormente sea más sencillo captarlo. Veamos los cuatro tipos de storyboard que podemos encontrar:
- Tradicional: es un dibujo a lápiz o bolígrafo creado con la supervisión del director audiovisual. Lo habitual es que sea él mismo quien lo dibuje en base a su propia idea y después lo muestre al productor o cliente. Pero la base que se trata de una representación a mano alzada.
- Miniaturas: es similar al tradicional, pero como su nombre indica es en un tamaño más pequeño. Normalmente toda la historia queda ilustrada en una hoja. Es una forma más simplificada, con menos detalles y se dibuja mucho más rápido.
- Animado: pretende dar la sensación de tiempo y/o movimiento. Se les puede añadir música y diálogos. Puede hacerse a través de representaciones con actores, por ejemplo.
- Digimatics: sustituye el boceto a mano alzada por el dibujo digital. Es muy similar al storyboard animado. Sirve para visualizar pruebas antes de llegar al producto final.
Las cuatro tipologías pueden adaptarse según el proyecto que queramos desarrollar. Esto es fundamental en las estrategias publicitarias, por ejemplo. En este sentido, nuestra Maestría en Mercadotecnia es una formación especializada que puede brindarle conocimientos sobre dicha área.
Así pues, conociendo en profundidad el campo podría crear un storyboard respondiendo a las necesidades de los consumidores. Eso sí, si no tiene buena mano con el dibujo o le cuesta interpretar los planos, es mejor que cuente con un profesional.
¿Por dónde empezar un guion gráfico?
Planificar, planificar y planificar. Esa es la base de un storyboard. Tenga en cuenta que se trata de dibujar en analógico o digital. Por tanto, si es capaz de hacerlo necesitará un experto que haga ese trabajo por usted. Dicho esto, los pasos que debe seguir son los siguientes:
- Elaborar una línea temporal para situar cada clip del vídeo: piense cuál será el inicio y el desenlace, así como el desarrollo. Después podrá encajar cada situación de forma más sencilla.
- Identificar los momentos clave: sobre todo donde destaque el mensaje o el producto que quiere lanzar al público.
- Elegir el tipo de storyboard y representar los bocetos: no es necesario que tenga detalles minuciosos. Pero sí que cuente con la información suficiente para transmitir una idea.
No se preocupe si tiene que realizar modificaciones a lo largo del proceso, es normal. Puede que tenga una idea mejor o que el cliente quiera cambiar algo. Recuerde que los procesos creativos no son inamovibles.