Outsourcing es un anglicismo que se ha popularizado entre las empresas en los últimos tiempos. Al traducirlo se divide en dos conceptos: out que significa fuera y source que se interpreta como origen. Es decir, origen externo.
Por lo tanto, entendemos que el outsourcing es el equivalente a subcontratación, externalización o tercerización. En otras palabras, la organización actúa como empresa contratante de un servicio determinado. Generalmente, en un área híper especializada.
De este modo, se reducen los costes en recursos y talento. También disminuye la inversión pero no se reducen los servicios. Sino que la empresa puede dedicar sus esfuerzos a otras cuestiones clave en la gestión de la organización. Es más, los resultados pueden ser mejores ya que las acciones son realizadas por subcontratistas expertos.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que el área tercerizada no puede ser aquella sobre la que se sustenta el negocio. Por ejemplo, no tendría sentido que la empresa contratante prestase servicios de marketing y a la vez recurriese a servicios de esta misma especialidad.
¿Qué tipos de externalización existen?
El outsourcing puede dividirse en dos categorías. La primera hace referencia a la finalidad de la externalización. Puede ser táctico o estratégico. El primero es el más habitual, su implementación es básicamente para ahorrar costes. El segundo, tiene una finalidad más concreta. Su objetivo es crear una relación estable entre ambas partes para mejorar el servicio.
La segunda clasificación hace referencia a su naturaleza, destacan las siguientes tipologías:
- Co-Sourcing: las dos empresas comparten responsabilidades y asumen riesgos.
- In-house: esta denominación hace referencia a cuando la empresa externa presta los servicios dentro de las instalaciones de la organización contratante.
- Off-site: se refiere a cuando la empresa externa realiza las tareas en sus propias instalaciones.
- Off-shoring: los servicios solicitados provienen de empresas en el extranjero, también se conoce como deslocalización.
Ventajas y desventajas del outsourcing
La externalización de un servicio determinado puede ayudar a la organización en tareas concretas. La rentabilidad en la empresa es uno de los pilares para su supervivencia, pero esta metodología no se basa solo en el ahorro en recursos materiales y humanos.
También permite mejorar la efectividad. Lo más frecuente es acudir a especialistas en el área, en momentos puntuales con una duración determinada y un proyecto prefijado. Esto hace que la organización se ahorre tiempo en conocer el proceso e invertir en los materiales para llevarlo a cabo. La organización externa ofrece resultados en menor tiempo y, probablemente, de mejor calidad.
En esta misma línea, la especialización juega a su favor. Dado que el trabajo se realiza a medida de las necesidades, la satisfacción del cliente aumentará.
Todo ello, repercute en la disminución de los riesgos. Es tan sencillo como cambiar de proveedor si la estrategia no funciona.
En el lado contrario se sitúan las desventajas. Una de las más conocidas es el desprestigio que puede ocasionar en su empresa. En este sentido, es habitual recurrir a subcontratas que se benefician de las economías menos desarrolladas. La explotación laboral es una de las consecuencias directas.
Por otra parte, los trabajadores no forman parte de su empresa directamente. Esto puede hacerlos sentir fuera del proyecto y minimizar su implicación. Asimismo, algunas organizaciones se aprovechan del outsourcing para no contratar. Simplemente, recurren a la externalización y fomentan la precariedad en las condiciones laborales.
El futuro profesional del outsourcing
El outsourcing cada vez gana mayor peso en las organizaciones actuales. Engloba las dos ventajas que toda empresa querría tener: ahorro y calidad. Sin embargo, elegir un buen proveedor para los servicios externos es clave para evitar posibles problemas.
Esto significa que el mercado necesita profesionales especializados en áreas concretas. Expertos en una temática que actúe como complemento a la empresa en general. Nuestras Maestrías En Línea le preparan para asumir estos nuevos retos en el sector que más se adapte a usted.