Desde muy temprana edad, es usual escuchar el término maestra o maestro. Y es que estas figuras son un rol indispensable en la vida de los infantes y de la sociedad en general. Los maestros y maestras forjan, desde cero, los futuros médicos, periodistas, ingenieros de un país.
El origen de esta palabra viene del latín magister, y su abreviatura es Mtra. / Mtro. Para el femenino y masculino respectivamente. Los docentes son un nexo entre el conocimiento científico y artístico y el aprendizaje de los niños y las niñas. Algunos ejemplos del uso de estas abreviaturas son:
- La Mtra. Ruiz ha mandado ejercicios de tarea para la casa.
- El Mtro. Rodríguez corrigió los exámenes el martes pasado.
Escoger la pedagogía sobre otra formación debe ser una decisión pensada con calma, objetividad y pasión. De la misma manera que muchos especialistas en otros campos se han decantado por la educación. Indagar e investigar en este ámbito es imprescindible para la sociedad. Nuestro Doctorado en Educación tiene como objetivo convertir al doctorando en experto del desarrollo de nuevas técnicas pedagógicas y educativas.
Compartir lo aprendido y estudiado es una de las prácticas más nobles que existen y es una de las expresiones más sólidas de mantener la cultura, idiosincrasia, valores y tradición.
¿Por qué ser maestra o maestro?
Entre los beneficios de ser maestra o maestro podemos contar las condiciones laborales. Aunque no sea lo que más defina el trabajo en sí mismo, es algo a lo que deberíamos atender. El horario, las vacaciones y la remuneración suelen ser estables.
Pero ser maestra o maestro no es para cualquiera, existen factores emocionales que intervienen en el desarrollo de la actividad. La vocación es una cualidad que hay que mirar de cerca cuando se trata de enseñar. Ser maestra o maestro implica moldear la personalidad de los alumnos.
Además, una parte fundamental es desarrollar un sexto sentido para descubrir las competencias y carencias de los estudiantes. Un buen maestro es quien conoce a sus alumnos y ayuda a elegir un camino profesional u otro. La educación es uno de los pilares que sostiene a un país. Las aulas son espacios de reflexión, debate y descubrimiento. Un buen docente puede inspirar la curiosidad e imaginación necesarias que luego serán la base de las innovaciones mundiales.
El maestro o maestra debe crear las condiciones para que el aula, y la escuela en general, se conviertan en la segunda casa de los estudiantes. Una casa a la que quieran llegar y que se sientan bienvenidos. Alrededor de las técnicas, métodos e instrumentos de enseñanza se ha creado polémica, siempre con la intención de mejorar.
Una buena maestra no facilita las respuestas a las preguntas, sino que procura generar cuestionamientos y debates. Reta, así, a los estudiantes a llegar a un entendimiento mejor sobre el mundo que les circunda a través de los retos. En este sentido, es necesario también que provean las herramientas necesarias de información. Un buen educador es partícipe indiscutible de la creación del mundo.
El informe McKinsey
El primer reporte realizado por la consultora inglesa McKinsey and Company sobre la educación data del año 2007. El informe ofrece datos sobre la educación mundial; las inversiones que se hacen en el profesorado, las materias primas, horarios y demás.
En los informes han participado países como Chile, Brasil, Inglaterra, Ghana, Estados Unidos, Singapur y muchos otros. Esta consultora inglesa que, con sistematicidad, hace estudios sobre educación y cómo mejorar los sistemas educativos, ha ofrecido en varias ocasiones conclusiones a las que ha llegado a través de sus estudios, entre los muchos consejos, mencionaremos algunos:
- Los sistemas educativos siempre son susceptibles de mejorar en un tiempo limitado.
- Es vital prestar más atención a los métodos para mejorar la experiencia de aprendizaje de los alumnos.
- Para mejorar la experiencia de los alumnos se podría pactar el establecimiento de nuevos y revolucionarios tipos de colegios.
- Otra opción es modificar los años escolares, renovar los recursos, sumando más profesores y mejorando las técnicas de enseñanza.
- Entre las intervenciones que propone este informe, se prioriza reforzar las capacidades de enseñanza de los maestros y maestras. También reforzar las capacidades de dirigir de los directores. Y, entre otras muchas, evaluar constantemente a los alumnos mediante métodos variados.
- El estudio indica además que los sistemas más avanzados mantienen un equilibrio entre la autonomía de los centros y la enseñanza sostenible.
Como conclusión de este segmento, es imperativo mencionar que el reporte McKinsey es un estudio universal. De esta manera, estas experiencias se deben tomar como referencia, no como manual de instrucciones.
Cada contexto cuenta con sus particularidades y peculiaridades, de ahí que el maestro o maestra tenga tanta importancia en la toma de decisiones educativas.
El noble ejercicio de educar
Como se ha mencionado con anterioridad, todos los sistemas son sensibles de mejorar. La capacitación de un maestro o maestra define el proceso entero de enseñanza. Repetir conocimiento no es lo mismo que transmitirlo, la diferencia entre un buen maestro y un maestro genial es que provoque a los alumnos.
Los procesos altamente selectivos son filtros que crean las autoridades escolares. Mediante los que cada centro de educación escoge una maestra o maestro entre muchos candidatos. Se trata, a su vez, de escoger una persona capacitada para instruir e inspirar. Un buen docente no solamente debe ser bueno en su materia, debe también contar con habilidades comunicativas, psicología, entre otras especialidades. Quizás una de las características más exigentes es que deber tener la competencia de evaluar a tantas personas como tenga a cargo. Y, por una parte potenciar en lo que son realmente buenos, mientras que por otra parte, deben fortalecer las carencias.
Preparar a los estudiantes desde pequeños para el mercado laboral, es una labor de los padres y de los profesores. Estos dos factores son los cimientos de la educación: la escuela y el hogar. El hogar es la primera escuela que tienen los infantes, es también donde aprenderán códigos sociales que luego reproducirá.
Una maestra o maestro será el encargado de educar, estimular la curiosidad por mundo en general. Asimismo, de enseñar comportamientos mediante técnicas personalizadas para cada estudiante. Una maestra o maestro también rectifica cuando es necesario.
De ahí la importancia de contar con docentes que puedan cumplir la función de segunda familia. Y que, en definitiva, tributen a esa médula ósea que es el primer acercamiento de los infantes a las aulas. Para ocupar ese puesto de tal importancia, le proponemos cursar nuestra Maestría en Educación. Podrá aprender técnicas y metodologías claves para ejercer la docencia.