La Declaración de los Derechos Humanos proclama que la educación es un derecho para todos. Sin embargo, en pleno siglo XXI continuamos sustentando barreras históricas dentro de este ámbito. ¡Se necesita más inclusión y equidad educativa!
Las limitaciones económicas pueden ser el primer factor que nos pase por la cabeza, no obstante no es el único. Existen otras discriminaciones que repercuten en la esfera de la enseñanza en todos los niveles.
Por contextualizar con datos reales, podemos hablar de que la tasa de alfabetización en jóvenes de edades comprendidas entre 15 y 24 años es del 91,73%. Esto se traduce en que más de 100 millones de personas no han adquirido estas habilidades básicas.
Pero queremos hacer hincapié en que la pobreza o falta de recursos no es la única causa que limita el acceso a la educación. ¿Qué sucede con la dificultad para los desplazamientos? ¿Cómo se afronta la enseñanza con personas con limitaciones visuales o auditivas?
Son muchas las preguntas que podemos hacernos sobre cuáles son las barreras que perviven en esta área, pero ¿qué podemos hacer para reducirlas?
Inclusión y equidad educativa: ¿qué es?
La inclusión y la equidad son dos conceptos que van de la mano en el entorno educativo. El primero de ellos se entiende como la respuesta que damos a la diversidad de las necesidades de los alumnos y alumnas.
Entendemos que cada persona cuenta con sus propias características, intereses y capacidades. Esto significa que es necesaria una adaptación mediante estrategias y estructuras correctamente ideadas y planificadas.
Queremos destacar en relación con este término, la inclusión de personas con discapacidad de cualquier tipo. Encontrar estudios adaptados a las limitaciones físicas o psíquicas no debería ser un reto, más aún con las nuevas tecnologías a nuestro alcance.
Por otra parte, la equidad es uno de los pilares de la calidad en la educación. En este sentido, nos referimos a la igualdad de posibilidades para atender las necesidades de las que hablábamos.
En la inclusión nos enfocamos en un plano más estratégico relacionado con las características del propio estudiante. Mientras que la equidad es un área más amplia que aborda el entorno al que se accede.
Es decir, ambos conceptos se complementan permitiendo que los alumnos y alumnas dispongan de programas formativos adaptados a sus particularidades de edad, cultura o capacidades. Adicionalmente y, en relación con la calidad, hablamos de la infraestructura, la profesionalidad docente, los recursos académicos,…
¿Cómo contribuir a la mejora de la educación?
La inclusión y la equidad educativa son solo el reflejo de la justicia social. Así como una adecuada respuesta a las necesidades de la población académicamente activa. La experiencia de los alumnos y alumnas debe situarse en el centro del proceso. De este modo, se podrá dar respuestas adecuadas a sus necesidades y adaptarse a las nuevas tendencias. ¿Qué podemos hacer para ello?
- Sistema educativo con recursos económicos y planes académicos.
- Supresión de barreras en centros de educativos y programas académicos.
- Docentes altamente cualificados que les permitan atender la diversidad.
- Apuesta por la modalidad en línea para desdibujar las barreras geográficas.
- Ideación de planes de actuación ante casos de discriminación o exclusión.
- Creación de recursos didácticos para la formación de los docentes.
- Promover valores como la igualdad dentro de todo el proceso educativo y poner en valor las diferencias.
- Crear recursos adaptados a las limitaciones visuales, auditivas,…
Estas son solo algunas ideas para poner en marcha. No obstante, lo más importante es contar con un compromiso universal desde las instituciones educativas y los docentes hasta los gobiernos. De este modo, se puede actuar en una misma dirección, remando todos hacia la inclusión y la equidad en la enseñanza.
No queremos acabar este post sin poner en valor la formación en línea y sus posibilidades para fomentar la inclusión y equidad educativa. La promoción de esta modalidad permite que el acceso se multiplique, se dinamice el estudio y se rompan barreras.
¿Quiere ser parte de la mejora de este sector y contribuir a mejorar la sociedad? Nuestro Doctorado en Educación es una excelente opción para realizar sus propias investigaciones dentro del área. Asimismo, podrá dar respuesta a cuestiones como la inclusión y equidad educativa, entre otras muchas. ¡Empiece ya y cambie el mundo!