Su ubicación y su nombre en la web. Así es como podemos definir de forma coloquial hosting y dominio. Si está presente en el mundo digital, no debe obviar estos conceptos ya que ambos forman parte imprescindible de las páginas web. ¿Quiere saber más?
Si acaba de aterrizar en el mundo digital, sobre todo por cuestiones profesionales, debe tener en cuenta ambos términos. Conocer sus características puede ayudarle en su negocio. No sabe cómo, a continuación se lo explicamos todo.
Hosting y dominio: distintos pero complementarios
En primer lugar, vamos a definir y analizar ambos conceptos por separado para posteriormente entender su relación. Aunque, como ya hemos adelantado, estos conceptos son necesarios en la constitución de un sitio web. Pero han de concretarse antes de empezar a desarrollar nuestro espacio en la red.
Dominio
Siguiendo con la analogía del principio, el dominio sería el nombre o la dirección de nuestro sitio. Es decir, la forma con la que le localizarán sus clientes. En el mundo analógico sería el equivalente a un teléfono de contacto o la dirección de una tienda física, por ejemplo.
En definitiva, el dominio será el nombre de su sitio en la web. Independientemente de la tipología de su página. Así, los usuarios podrán encontrarle y acceder a su negocio o sitio personal a través de los parámetros que contiene el dominio.
El dominio está formado por dos partes esenciales:
- Nombre: puede elegir el que quiera, siempre y cuando esté disponible para registrarlo. Habitualmente, se utiliza el nombre de la marca o una palabra clave que identifique a la empresa. Lo importante es que el público pueda recordarla y asociarla al negocio.
- Extensión: es la forma de indicar el giro del sitio web. Existen distintas opciones, por ejemplo: .net para comunidades, .org en organizaciones o .com para entornos empresariales. También pueden indicar el país de pertenencia .pe en Perú o .mx en México.
Hosting
Por otra parte, cuando hablamos de hosting nos referimos al alojamiento de los archivos de su web. Es decir, es el almacenaje de datos dentro del servidor. En la analogía que estamos desarrollando, sería el local o la tienda donde se encuentra nuestro negocio.
Al igual que pasa con los dominios, también existen distintos planes de hosting. Dependiendo del proveedor que elijamos, ofrecerá más o menos elementos en su servicio. Podemos destacar los siguientes:
- Almacenamiento: es el espacio para guardar toda su información.
- Número de sitios: dependiendo del plan elegido podrás disponer de uno o más sitios con una sola cuenta.
- Ancho de banda: es la velocidad de carga. Recuerde que esta cuestión es una parte muy importante del SEO.
- Seguridad: existe la posibilidad de incluirla dentro del plan o adquirirla por separado. Sin embargo, es importante valorar la seguridad de los datos.
Por lo tanto, la elección del hosting no es una cuestión banal. Debemos analizar nuestro tipo de negocio y la web que queremos construir para decir qué elementos necesitamos. Además, nuestro sitio web requiere un mantenimiento continuo para garantizar que todo funcione correctamente.
Para aquellos que cuentan con nociones básicas puede resultar complejo, por ello, contar con un profesional de la informática puede ser útil en estos casos. Nuestra Maestría en Informática puede capacitarle para aspirar a este puesto tan valorado por las empresas.
Tipos de hosting
Como hemos mencionado, la tipología del hosting que elijamos puede incluir más o menos elementos para nuestro servicio. A continuación, vamos a recopilar algunos ejemplos de alojamiento web que pueden ser útiles para distintos modelos de web.
- Hosting Compartido: es la opción más básica, pero no significa que sea la peor. Simplemente, este servicio está dirigido a las webs que, de momento, no necesitan almacenar demasiados recursos. En este tipo de hosting se comparte con otros usuarios la memoria RAM o la potencia del procesamiento. Pero cada uno dispone de su panel personal para la gestión independiente.
- Servidores VPS (Virtual Private Server): este servicio va un paso más allá que el anterior. Por lo tanto, está dirigido a proyectos en evolución con un tráfico elevado. Se trata de un servidor físico dividido en varias máquinas virtuales que prestan servicios de forma individual. La idea es similar al compartido, pero con la ventaja de que todos los recursos disponibles son para su sitio.
- Hosting Dedicado: es el tipo más completo. Básicamente, es un servidor físico para un único usuario. Es decir, no hay que compartir ni sus elementos ni usar máquinas virtuales. Todos los recursos están al servicio de un cliente particular. Aunque pueden ser diseñados específicamente para servir como hosting compartido o en base a las necesidades del administrador.
Hosting y dominio elementales en los sitios web
A menudo, cuando planteamos una idea de negocio online nos centramos en el desarrollo y diseño web. Pero mucho antes de estas cuestiones, debemos valorar donde alojar nuestros recursos y cómo llegarán hasta nosotros nuestros clientes.
Por ello, prestar atención al hosting y al dominio puede suponer un cambio de rumbo en nuestra web. Tomar decisiones analizando nuestro proyecto es básico para alinear nuestros valores y expectativas con la realidad.
Por lo tanto, si desea iniciar su camino creando una web, no olvide la importancia del namming en el dominio. Así como el análisis de los recursos necesarios antes de elegir su plan de hosting.