Puede parecer que iniciar un negocio desde cero es la parte más compleja del proceso. Muchos piensan también que con la suficiente motivación todo irá sobre ruedas. Sin embargo hay mucho más, liderar un proyecto es una cuestión compleja se mire por donde se mire.
No obstante, un buen director debe conocer cuáles son las fortalezas de la empresa. Sin olvidar, por supuesto las debilidades. Pero poniendo en valor aquello en lo que destaca la organización, será más sencillo aprovecharlo y alcanzar los resultados.
Las fortalezas de una empresa no serán las mismas para todas, incluso si pertenecen al mismo sector. Por esta razón, el líder de la compañía debe prestar atención a sus cualidades y habilidades más destacables.
¿Sabría decir en qué sobresale su empresa? ¿Y sabría utilizarlo en su beneficio? Si tiene dudas, nosotros le explicamos para que su andadura empresarial alcance el mayor éxito posible.
¿Qué son las fortalezas de una empresa?
Antes de pasar a las definiciones, piense tres fortalezas sobre usted mismo. ¿Las tiene? Quizás usted es puntual o resiliente. Puede que también organizado, así como resolutivo ante los problemas. En definitiva, ha destacado aquello que es bueno para usted o su entorno, características por las que pueden admirarle.
Con las empresas sucede lo mismo, las fortalezas son aquellas cualidades o habilidades que benefician y en las que destacan por encima del resto. Por ejemplo, su negocio puede tener un buen flujo de comunicación o una alta fidelización de sus empleados.
Estas cuestiones pueden servir para que los directivos desarrollen sus estrategias en base a los ámbitos que mejor funcionan en el negocio. Así pues, es una forma de garantizar la viabilidad aprovechando estas habilidades.
¿Cómo puede identificarlas como ventaja competitiva?
La dirección de una compañía requiere conocer distintos factores tanto internos como externos para liderar las actuaciones. Para ello, estudios como nuestra Maestría en Administración de Empresas MBA son fundamentales.
La formación especializada le dotará de los conocimientos necesarios para que el rumbo de su empresa vaya siempre en la dirección más beneficiosa. Y si surgen imprevistos o problemas, usted sabrá cómo actuar en consecuencia.
Por esta razón, nuestro primer consejo es: ¡Fórmese! Así usted mismo será una fortaleza para su negocio. En segundo lugar, le será sencillo realizar análisis como el DAFO o FODA para averiguar el resto de fortalezas.
El análisis DAFO, por ejemplo, es un método que expone las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de una organización. Es decir, es una forma de averiguar y estudiar los factores internos y externos.
De este modo, podemos calcular cuán resistente es nuestro negocio y cuáles son las cuestiones en las que destaca frente al resto de competidores. Si quiere identificar sus fortalezas, tenga en cuenta los siguientes puntos:
- Tecnología.
- Calidad.
- Imagen corporativa.
- Atención al cliente.
- Relación con el medioambiente.
- Habilidades de las personas que trabajan en la organización.
Una vez que ya se haya indagado en estos u otros apartados, la dirección tendrá que empezar a estudiar las debilidades. Entonces, cuando conozcamos ambos lados de la balanza, podremos diseñar estrategias que suplan nuestras carencias a través de nuestras fortalezas.
La autovaloración en las empresas
Muchas empresas son reticentes a realizar un trabajo de autoevaluación. ¡Esto es un grave error! Las organizaciones dependen tanto de lo que ocurre dentro de sus instalaciones como fuera, en su entorno. Por lo tanto, no es razonable que el fracaso sea culpa de lo externo y el éxito, de lo interno.
Un empresario bien formado debe saber que el autoconocimiento o las auditorías son un método para detectar fallos y mejorarlos. Por lo tanto, no son un enemigo, son una alianza para resolver los problemas.
Aunque algunos prefieren eso de “ojos que no ven…corazón que no siente”. Sin embargo, evitar mirar al problema no lo hará desaparecer. Así pues, le recomendamos que realice un ejercicio de autoconocimiento tanto en los factores favorables como los desfavorables. No podemos asegurarle el éxito, pero lo que es seguro es que sus actuaciones estarán mejor diseñadas y ejecutadas.
Coja lápiz y papel; y comience a descubrir las fortalezas de su empresa.