¿Se imagina darle la vuelta al aula? No hablamos de voltear un edificio, sino de invertir el modelo educativo tradicional. No estamos inventando nada, esto ya existe y se llama flipped classroom. ¿Quiere saber cómo funciona el aula invertida? ¡Lea más aquí!
En la mayoría de países, la enseñanza se ha quedado estancada. La sociedad ha evolucionado pero la forma de transmitir conocimientos continua estática en el pasado. Esto se traduce en muchas ocasiones en desinterés por parte de los alumnos y alumnas.
Por este motivo, encontrar nuevas fórmulas adaptadas a las necesidades y demandas del momento es clave para despertar el interés de los estudiantes. Y esto puede aplicarse en cualquier rango de edad.
Hoy hablaremos del modelo de flipped classroom, explicando sus características, ventajas y problemáticas. Y, aunque no sea útil para absolutamente todas las situaciones, podremos comprender mejor la necesidad de cambio y adaptación en la educación.
El modelo educativo flipped classroom
Se trata de un modelo educativo que pretende hacer el camino inverso al que estamos acostumbrados en la educación tradicional. Se basa sobre todo en “hacer” para aprender y alejarnos de los procesos memorísticos.
Dicho de otro modo, el funcionamiento sería el siguiente: primero se estudian las lecciones fuera de clase. Después, ya en el aula, se hacen las tareas, preguntas las dudas, realizan dinámicas o trabajos en grupo,…
Es decir, lo que se hacía fuera del horario lectivo tendría que realizarse dentro y viceversa. De este modo, los docentes pueden dedicar sus esfuerzos a reforzar aquellas cuestiones que sean más difíciles. A la vez que los alumnos y alumnas interaccionan con sus compañeros en proyectos comunes.
Todo ello, además, debe estar complementado con el uso de las nuevas tecnologías teniendo en cuenta siempre la edad y necesidades de los estudiantes. Asimismo, la figura del profesor actúa como guía y orientador, dando apoyo personalizado.
Beneficios del modelo educativo invertido
El aula invertida tiene grandes ventajas tanto para el alumnado como para los propios docentes. Algunas de las más destacables son las siguientes:
- Alumnos y alumnas en el centro del proceso: los estudiantes tradicionalmente son sujetos pasivos que escuchan las lecciones sin demasiada intervención. Sin embargo, pasan a ser activos, siendo partícipes de la actividad que sucede dentro de la clase (resolución de problemas, realización de proyectos,…).
- Afianzar conocimientos: esta metodología permite que los alumnos y alumnas planteen las dudas después de haber revisado la lección. A menudo, estas cuestiones no se exponen por falta de tiempo en la jornada lectiva. No obstante, de esta forma, todo el tiempo está disponible para hacer hincapié en las dudas y dificultades que surjan.
- Mejora el desarrollo individual y colectivo: dado que los estudiantes pueden interactuar dentro del aula pueden desarrollar habilidades sociales con los proyectos grupales. Pero también hay cabida para potenciar la autonomía con tareas en solitario que le permitan ponerse a prueba en diferentes áreas.
- Incrementa la motivación: este método permite que los estudiantes asuman responsabilidades, se diviertan o tomen decisiones relevantes. Esto sirve como incentivo para el aprendizaje, visto como una oportunidad y no como una obligación.
- Ayuda a la diversidad en el aula: esta metodología permite que cada individuo avance a su ritmo y con los recursos que más le favorezcan. Por ello, es fácil que la clase sea diversa y el docente pueda atender de un modo más personal dependiendo de las necesidades de cada uno.
Inconvenientes que presenta Flipped classroom
La educación invertida requiere un alto nivel de autodisciplina. Por tanto, puede que para los alumnos y alumnas de menor edad no sea una buena idea. Sin embargo, para aquellos estudiantes con una edad superior, sobre todo, en etapas post obligatorias puede funcionar muy bien.
El segundo problema más significativo es la dependencia de la tecnología. Esta metodología requiere de los recursos tecnológicos en gran medida para su correcto desarrollo. Esto genera dos inconvenientes en relación a la brecha digital. Primero, que todo el mundo no tiene acceso a estos recursos y; segundo, que todavía hay muchas personas que no tienen conocimiento sobre el manejo de estos.
En el lado del docente, su trabajo requiere mayor esfuerzo para preparar las clases. Además, de una atención personalizada a cada uno de los estudiantes. Esto puede generarle una carga de trabajo superior.
Estas son las tres barreras más destacables cuando hablamos de flipped classroom, aunque existen otras que tienen que ver con el tipo de estudiante o las propias condiciones del centro educativo.
No obstante, este modelo educativo más allá de su metodología es una forma de advertir sobre la necesidad de un viraje hacia otras fórmulas adaptadas a las necesidades actuales.
Una mirada hacia el futuro
¿Cree que usted podría liderar ese cambio en su comunidad? ¡Por supuesto que sí! Su vocación y su ímpetu por fomentar nuevos modelos educativos más ambiciosos y más eficaces puede estar en sus manos.
Si ya tiene la vocación, ha comenzado el camino. El segundo paso es formarse para contar con conocimientos sólidos que le permitan consolidar su pensamiento crítico e idear sus proyectos para la educación. ¿Cómo puede hacerlo? Nuestra Maestría en Educación puede ser lo que está buscando. Le animamos a que no se conforme para contribuir a la sociedad mediante la enseñanza.
Flipped classroom es solo el modo de decir que hay más formas de enseñar, sobre todo, pensando en perfiles más adultos y formaciones virtuales. En UNADE lo sabemos y, por ello, nuestro modelo trata de implicar al alumno, darle voz y guiarle en el camino hacia el éxito profesional.