A lo largo de su vida personal o profesional habrá tenido que hablar en público en multitud de ocasiones. Sin embargo, es posible que no se haya sentido cómodo o haya supuesto una situación con elevados niveles de estrés. Incluso, puede que su miedo haya limitado su ascenso laboral o mermado otras oportunidades en su vida personal.
Cada día vemos intervenciones de representantes públicos, discursos de personajes televisivos o de nuestros compañeros de trabajo. Tras su actuación podemos valorar si son buenos o manos oradores, ¿pero en qué basamos nuestros juicios?
Y sobre todo, al ver un gran orador pensamos: ¿qué debo hacer para desenvolverme con tanta soltura ante el público? Aunque muchos piensen que la habilidad para comunicar es innata, le aseguramos que puede entrenarse.
Así pues, no tema no haber nacido con esta capacidad muy desarrollada, le traemos las mejores estrategias para hablar en público.
Glosofobia: el miedo a hablar en público
El miedo es irracional y en ocasiones no tiene una causa justificada. Puede sentir miedo a los insectos, a los espacios cerrados o a hablar en público sin que detrás haya una experiencia traumática.
Aunque puede no haber un motivo concreto, algunas de las causas que originan el miedo a hablar en público pueden ser atribuidas a las siguientes cuestiones:
- Traumas: personales o asociados a otra persona.
- Trastornos del lenguaje: el temor a que puedan señalarle o burlarse por su dificultad.
- Pensamientos donde se infravalora: un pensamiento recurrente acaba convirtiéndose en una verdad para nosotros. Por lo tanto, repetir continuamente “no sirvo para esto” puede aumentar la posibilidad de fracaso.
- Evitar constantemente las intervenciones en público: esto genera un miedo a través de la acumulación lenta de inseguridades.
En base a esto, podemos decir que sentir miedo a hablar en público está casi siempre provocado por pensamientos autodestructivos. Somos nosotros mismos quieres creamos la inseguridad que acaba desembocando en situaciones de ansiedad y miedo.
Y estos pensamientos, por desgracia, tienen mucho que ver con los estándares que nos rodean, con lo que esperan o piensan de nosotros. Por lo tanto, nuestro objetivo es recibir la aprobación del resto y esto genera gran ansiedad de nuevo.
Es un círculo vicioso que nosotros sabemos cómo romper. En este artículo vamos a recopilar algunas estrategias para eliminar o minimizar su miedo a hablar en público.
Estrategias para hablar en público
Hablamos de forma continua en nuestro día a día. En el trabajo, en el hogar, mientras realizamos nuestras actividades de ocio,…Es parte de la esencia de las personas, somos seres sociales.
Sin embargo, no todas tenemos la misma personalidad, habilidad o capacidad para manejar el sentirnos el centro de atención de muchas personas. Pero el cerebro puede convertirse en nuestro mejor aliado con un poco de entrenamiento. ¡Inténtelo!
Aprenda a relajarse y controlar los nervios
Es normal sentirse nervioso ante una intervención oral. Tranquilo si su ritmo cardíaco se acelera o le sudan las manos, es una respuesta normal de nuestro organismo. La clave está en aprender cómo relajarse para que estas sensaciones no influyan en el curso del discurso.
Investigue las técnicas de relajación que mejor se adapten a usted. Es importante que se concentre en la respiración, es una parte fundamental para encontrar la calma.
Confíe en sí mismo
La autoconfianza debe ser el punto de inicio para enfrentarse al público, o cualquier otra cuestión. Valorarse e interiorizar el poder de sus capacidades le permitirá actuar de forma segura ante cualquier situación.
Además, evite juzgarse a sí mismo. Es inevitable que los asistentes valoren su intervención y el contenido del discurso. Pero usted no debe pensar en el “qué dirán” sino concentrarse en aportar el máximo valor a su intervención pública.
Prepare lo que va a decir
¡Planificación y organización! No deje el contenido de su discurso a la improvisación. Estudie, investigue y clarifique todas sus ideas. No olvide ordenarlas e hilarlas. De esta forma, estará preparado para salir a hablar de un tema y evitará el miedo por si le preguntan algo fuera de su discurso.
Recuerde también ajustarse a los tiempos, procure preparar una charla amena. Si los asistentes se aburren pueden hacer que su nerviosismo aumente. Sea creativo y llame la atención, todos querrán escucharle.
En definitiva, prepárese un guión con todo lo que quiere decir y cómo quiere decirlo. Así todo estará bien atado pero sin renunciar a la fluidez.
Exprésese de forma sencilla
Sea natural y hable sin un lenguaje rimbombante. Adapte el discurso a su público. No tiene sentido que hable con tecnicismos a personas que no son expertos en la temática, ni viceversa. Conocer a la audiencia a la que se dirige le hará esta tarea más fácil, pues podrá ajustarse a sus demandas y necesidades.
Claridad y sencillez para transmitir las ideas y que estás perduren en la memoria. Sin nos extendemos con palabrería, al final, el concepto clave queda diluido.
Evite leer
Puede que la expresión oral no sea tan minuciosa y pulida como el discurso escrito, pero los asistentes agradecerán su naturalidad. Presentarse ante el público y no dirigirles la mirada en ningún momento es un gesto que no gusta. Además, dificultará que empaticen con usted.
Esto no significa que no pueda llevar un papel con un guión o los datos más difíciles de recordar. Esto es normal y está permitido. Tenga en cuenta también el tono de su voz, proyéctela para que todos puedan escucharle.
Trucos más allá de las estrategias para hablar en público
Vencer el miedo escénico no es una cuestión banal. Ser capaz de hablar en público será un camino largo, y en ocasiones difícil, hasta llegar a la meta. Por este motivo, queremos aportar tres trucos más que serán de gran utilidad cuando esté delante del público:
- Prestar atención tanto a la comunicación verbal como no verbal: a veces olvidamos que nuestros gestos, nuestra voz o nuestra mirada son parte de lo que estamos contando. Por esta razón, no olvide prestarles la atención que merecen.
- Stop excusas: tener miedo es natural, pero buscar otros culpables para desviar la atención no está contemplado. Asuma su miedo y trabájelo hasta superarlo.
- Utilice la ley de primacía y la ley de recencia: consisten en enfatizar en el inicio y final del discurso. Ya que estas son las partes que más recordaremos. Así que prepare a conciencia ambas.
En conclusión, somos seres sociales y las intervenciones en público son parte de nuestra vida. No obstante siempre podemos mejorar nuestra forma de expresión para aportar mayor valor a nuestras ideas.
En este sentido, nuestro Doctorado en Comunicación es el culmen de los estudios de postgrado. Con esta formación, los alumnos se convierten en expertos en la materia y son capaces de realizar sus propias investigaciones.
De esta forma, los egresados son una parte crucial las organizaciones que quieran desarrollar su parte de comunicación corporativa. Al fin y al cabo, serán los responsables de expresar de forma escrita u oral todo lo relacionado con la empresa.