Desde la invención de la imprenta en Europa, los folletos se posicionaron como un medio de comunicación imprescindible en la época. Sin embargo, de aquellos modelos actualmente solo se conserva su esencia. Los primeros tipos de folletos eran simples, breves y sin artificios de diseño. Su objetivo era informar. Por lo tanto, no era necesariamente obligatorio persuadir al lector para que realizase una acción concreta.
En su evolución han interferido las nuevas técnicas de diseño y de comunicación. De este modo, surgen modelos variados y con distintas funciones. No deje de leer, ahora comienza lo más interesante.
Folleto y panfleto, ¿son lo mismo?
Es habitual utilizar ambos conceptos indistintamente, pero debe saber que no son sinónimos. Si recurrimos a un diccionario podemos ver sus diferencias: el folleto es una “obra impresa, no periódica, de reducido número de hojas”. Mientras que el panfleto tiene connotaciones difamatorias y carácter agresivo.
Por lo tanto, cuando nos referimos a los impresos repartidos en los conflictos bélicos hablamos de panfletos. Donde los bandos combatientes transmiten sus ideales a la población, tratando de convencer o persuadirlos.
Es decir, no tienen una función informativa. Ya que la información puede ser manipulada o sesgada para enviar el mensaje que más se ajuste a los intereses.
Por otra parte, los folletos se presentan como una forma de comunicación que puede tener distintos fines. Eso sí, su lenguaje no es agresivo como sí lo es en los panfletos. Pero, ¿cuáles son sus usos más frecuentes?
Tipos de folletos según su función
Las principales funciones de los folletos pueden ser informativas o publicitarias. Las primeras sirven para aportar argumentos y datos relevantes sobre un tema de interés para el lector. Por ejemplo, una campaña del gobierno para concienciar sobre el consumo de alcohol en menores.
Esta función simplemente aporta información para que el público conozca una situación. En base a esto, los ciudadanos decidirán si responsabilizarse o continuar con sus hábitos. Pero todo ello, sin una persuasión directa de las instituciones.
En segundo lugar, los folletos publicitarios sí que tienen el objetivo de convencer a los lectores a que adquieran un producto o servicio. Por ejemplo, cuando un restaurante ofrece descuentos por presentar el impreso.
Principales características de un folleto
Antes de ponerse a diseñar debe tener claros algunos requisitos que caracterizan a los folletos. Estos impresos deben estar dirigidos a un público específico. Existe la falsa creencia de que este medio de comunicación no debe fijar un buyer persona. Sin embargo, cuanto más definamos nuestro perfil, más sencillo será atraer al público que deseamos.
Incluya solo información útil. Ya hemos mencionado que los folletos deben ser breves y concisos, por ello no debe malgastar palabras e ir al grano. De un simple vistazo el lector debe saber qué le está ofreciendo.
Puede utilizar recursos como gráficos o tablas para mostrar la información. Pero recuerde usar el mínimo texto posible. No olvide ser claro en su contenido pero utilizando recursos que motiven a leer su folleto.
En este mismo sentido, es necesario llamar la atención. Aproveche todas las posibilidades que ofrece el diseño: dípticos, trípticos, imágenes, dibujos,…todo lo que aporte valor es bienvenido.
El arte de diseñar folletos
No subestime el trabajo de los diseñadores de folletos. Recuerde que no se trata de poner información en un papel y repartirla. Debe saber dónde situar cada elemento, respetar las dimensiones o prestar atención a la gama cromática. Por lo tanto, cada detalle es importante.
¿Puede fabricar sus propios zapatos? Si no es zapatero, probablemente su respuesta sea negativa. Entonces, si no es diseñador, ¿por qué cree que podrá realizar con éxito un folleto?
Poner en valor el empleo de los diseñadores es fundamental. Por ello, si quiere convertirse en un experto y realizar trabajos profesionales no dude en formarse con nuestros estudios especializados en diseño.
Dicho esto, ¿cuántos tipos de folletos existen? Tantos como pueda imaginar. En función de su forma de distribución encontramos flyers, dípticos, trípticos,…Mientras que si atendemos a la información que contienen pueden ser institucionales, educativos, publicitarios,…
Por lo tanto, la creatividad y la innovación son claves en el diseño de los folletos. Los diseñadores son los encargados de plasmar el mensaje de tal forma que el lector se sienta atraído y quiera seguir leyendo.