A menudo escuchamos hablar de sostenibilidad, responsabilidad social, reciclaje, reducción de emisiones, impacto ambiental,…un sinfín de términos que nos recuerdan que el futuro es la Tierra está en nuestras manos. Las empresas cada vez adquieren un compromiso mayor para con la sociedad, que se refleja en sus acciones, productos o valores.
Este es el motivo por el que hoy nos preguntamos qué es sustentabilidad. Este concepto que comienza a tomar fuerza en los diferentes sectores. No obstante, en este post queremos hacer hincapié en el papel que juega la tecnología para convertirse en sustentable.
Sustentabilidad: ¿qué es y cuáles son sus características?
Sustentabilidad es un término que ha sido definido desde diferentes enfoques. No obstante, uno de los más relevantes es el que adoptó la World Commission on Environment and Development en 1987:
“Hace referencia a la capacidad que haya desarrollado el sistema humano para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer los recursos y oportunidades para el crecimiento y desarrollo de las generaciones futuras”.
En definitiva, es un compromiso lleno de generosidad. Donde debemos ir más allá de nuestras propias necesidades actuales y pensar en las consecuencias de nuestros actos con vistas al futuro. ¿Pero esto es una utopía?
Puede que muchos países aún no se lo planteen ahora mismo. Pero a corto plazo la sustentabilidad se convertirá en otro reto a nivel económico, social y ambiental. La clave está en entender que ser sustentable es un beneficio común para mejorar la calidad de vida de todos y no solo de las clases privilegiadas.
Por ello, se caracteriza por el uso de recursos de forma eficiente, la promoción del reciclaje y la reutilización,…y, por supuesto, poner en valor la importancia del entorno natural para nuestro bienestar.
La transición hace la tecnología sustentable
Sin duda alguna la tecnología forma parte de nuestra vida en todos los ámbitos: personal, profesional, académica,…Nuestros hábitos han cambiado y se han adaptado a los nuevos paradigmas. Asimismo, su influencia en la mejora de la calidad de vida es indiscutible.
Sin embargo, el impacto en el medioambiente continúa siendo un hándicap que arrastran las empresas de este sector. Por este motivo, la sustentabilidad debe ser parte de las estrategias de las empresas.
En primer lugar, para ser aliados en minimizar el impacto que generan; y segundo, como valor añadido en su responsabilidad social corporativa, aumentando su reputación y notoriedad entre su público objetivo.
La sustentabilidad como eje de la vida moderna
Pocas veces damos importancia a tener un televisor, una conexión a Internet o suministro eléctrico en nuestros hogares. Pero estos avances en la tecnología, en su momento, supusieron una revolución para nuestras vidas. Sin embargo, las hemos normalizado y hasta que no nos faltan, no las valoramos de nuevo.
En este sentido, estas tecnologías ya son sustentables tanto en cuanto a la cuestión de mejorar el bienestar y la calidad de vida. El ahorro de tiempo y dinero es una realidad cuando usamos estos dispositivos y tecnologías.
Pero el problema todavía presente es la gestión de los recursos y el impacto en el medio ambiente. Por lo tanto, la labor de la sustentabilidad es preservar, proteger y conservar los recursos naturales tanto los actuales como los futuros.
Para ello, tanto las empresas más grandes del mundo como las PYMES deben contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, por ejemplo. Es decir, deben incluir dentro de sus estrategias las acciones que ayudan a conseguir la utilización efectiva de los recursos. Así como la generación de un impacto positivo en la sociedad.
En este sentido, contar con unos estudios como nuestra Maestría en Administración de Empresas MBA puede ser ideal para comprender el funcionamiento de una organización y dirigirla hacia el desarrollo sustentable.