El cuidado del entorno natural está en nuestras manos. Los hábitos de vida actuales serán determinantes para el futuro. Por ello, un consumo responsable ahora es necesario para garantizar que las nuevas generaciones tengan acceso a recursos naturales Así como que disfruten de un planeta sano.
Cuando hablamos de consumo responsable, en primera instancia, nos referimos a nuestras conductas cuando compramos bienes o servicios. Pero también tiene relación con el consumo de los recursos naturales como el agua, por ejemplo.
Por lo tanto, este concepto hace referencia al consumo consciente y crítico. Es decir, teniendo en cuenta diferentes factores como la calidad, el impacto ambiental y social o la ética de las empresas.
En este sentido, podemos decir que el consumo responsable se extiende en tres vertientes:
- Ecología o medioambiental: en el consumo debemos tener en cuenta cómo gestionamos los recursos naturales. Por ejemplo, el uso del papel frente al plástico para minimizar el impacto ambiental.
- Solidaridad: conocer el origen del producto, es decir, en qué condiciones se ha realizado. Teniendo en cuenta los derechos laborales de los trabajadores.
- Ética: considerando los valores a la hora de consumir o comprar. Teniendo en cuenta los dos puntos anteriores con el fin de lograr un equilibrio.
¿Cómo limitar los efectos de nuestro consumo en el medioambiente?
Actualmente, somos muy conscientes del cambio climático y sus efectos. Sin embargo, hemos interiorizado modelos de vida que no ayudan a minimizar nuestro impacto. El consumo responsable puede basarse en la regla de las tres R: reciclar, reducir y reutilizar. Ahora le explicamos el porqué.
Recicle
Reciclar es sinónimo de gestionar de forma correcta los residuos. Es decir, aquello que no puede volver a utilizarse. Estos pueden ser de origen biológico como los desperdicios de la comida. Pero también son plásticos y otros materiales contaminantes.
Si somos capaces de organizar la basura en función de sus características, las plantas de reciclaje podrán minimizar el impacto de estas en la naturaleza. De lo contrario, podrían acabar dañando el medioambiente e, incluso, nuestra propia salud.
Reduzca
El consumo responsable pasa por reducir las compras de bienes y servicios, así como el uso de recursos naturales. Se trata de actuar de forma crítica, pensando qué es lo verdaderamente necesario. De esta forma, se pueden eliminar aquellos productos que compramos, pero no sirven para satisfacer nuestras necesidades.
Mirando hacia el siguiente punto, debemos valorar nuestras adquisiciones en relación con sus usos. Es decir, evitar los productos de un solo uso, por ejemplo. De esta forma, reducimos los vertidos de basuras y, por ende, sus consecuencias en el entorno.
Reutilizar
Reutilizar está de moda. ¿Por qué tirar algo que puede servir a otra persona? Esto permite a la vez reducir el consumo, ya que no es necesario fabricar nada nuevo. Los recursos están disponibles y pueden circular para beneficiarnos de ellos.
Iniciativas internacionales para fomentar el consumo responsable
Ante el creciente deterioro del medioambiente, la Organización de Naciones Unidas ha llamado a revisar los modelos de consumo y producción en los países industrializados. Todo ello, de conforme al Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El objetivo es promover un equilibrio entre el consumo y el medio ambiente. Es decir, garantizar el acceso de todos a los recursos y utilizarlos de forma responsable. De esta forma, poner todo el esfuerzo en el desarrollo económico pero sin renunciar a la sostenibilidad.
Pequeñas iniciativas de consumo responsable
Antes de dar el paso de comprar algo, piense si realmente lo necesita. Investigue sobre su origen, cómo se fabricó y si la empresa respeta los derechos laborales.
También puede, reutilizar productos antiguos. De este modo, no tendrán que gastar más, lo que supone un ahorro para su unidad familiar.
Apostar por los recursos naturales pero siempre con compromiso y criterio. Sin caer en el desaprovechamiento o el derroche. Por ejemplo, las duchas en vez de los baños. O cerrar el grifo cuando nos lavamos los dientes.
Por otra parte, el resto de recursos no naturales pueden ser muy perjudicares para el planeta por su alta toxicidad. Por ello, reducirlos al máximos y sacarles el mayor partido está en nuestras manos.
Consumo responsable para las empresas
La actividad de las empresas tiene gran responsabilidad en el cuidado del medioambiente. Por ello, dentro de su responsabilidad social corporativa puede implementar medidas para promover acciones sostenibles.
Estas no solo beneficiarán a la sociedad en general, también aumentarán su reputación y mejorarán sus ventas. ¿Quiere aumentar el valor de su empresa? Con nuestra Maestría en Gestión Integrada de Prevención, Medio Ambiente y Calidad le capacitará para ser el factor diferencial frente al resto de competidores.