A finales del siglo XX y, sobre todo, al comienzo del XXI surge una problemática de una magnitud global: la contaminación del medio ambiente. El cambio climático y todas sus consecuencias se convierten en este momento en un asunto de primer orden.
Los profesionales de la gestión ambiental se vuelven imprescindibles en este momento. Con nuestra maestría en línea en Gestión y Auditoría Ambiental podrá profundizar en esta temática y comprender cómo hacer frente a estos nuevos retos.
El medio ambiente es todo lo que rodea al individuo. Los elementos naturales y artificiales que son modificados por la actividad humana y condiciona nuestra forma de vida. Pero por otra parte, encontramos la biodiversidad que hace referencia a los organismos vivos.
Ambos conceptos forman un tándem perfecto, siempre que mantengamos una actitud respetuosa y comprometida. ¿Cree que esto es posible?
¿Por qué preocupa la pérdida de biodiversidad?
La biodiversidad es la cantidad, la variedad y la variabilidad de los organismos vivos. El Fondo Mundial para la Naturaleza definió este concepto como “toda la diversidad de formas de vida en la Tierra, millones de especies de plantas, animales, microorganismos con sus conjuntos de genes y ecosistemas complejos que forman la naturaleza viva».
Cada uno de los elementos vivos que conforman nuestro planeta son necesarios para garantizar la supervivencia de la especie humana. Entonces, una de nuestras prioridades debería ser garantizar su bienestar, ¿verdad?
Aunque pueda parece contradictorio, no siempre es así. La industrialización puso en marcha gran cantidad de procesos que mejoraban la rentabilidad. Sin embargo, no se tuvieron en cuenta los límites éticos en el ámbito ambiental.
Las consecuencias son nefastas para la biodiversidad. Por ejemplo, la localización de la empresa puede acabar con el ecosistema del lugar de instalación. Las emisiones de CO2 contaminan el aire. Así como los vertidos en los recursos hídricos que pueden perjudicar a la fauna y la flora, pero también, en última instancia a los humanos.
El futuro de la biodiversidad
El futuro es incierto. Aunque desde el programa científico de Evaluación de Ecosistemas del Milenio (EM) han planteado cuatro escenarios posibles. En un intento de conocer cuál será el destino de la biodiversidad de nuestro planeta.
Las conclusiones generales atisban una situación poco alentadora. El suelo agrícola se extiende ganando terreno a la cubierta forestal. Sobre todo, en los países más desarrollados. En consecuencia, se perderán los ecosistemas propios de estos espacios.
En cuanto a la biodiversidad acuática, también están en peligro. La actividad humana compromete, una vez más, la supervivencia de ciertas especies. Así como la invasión de especies exóticas o la contaminación de los recursos hídricos.
Todo ello afecta directa o indirectamente a los humanos. Desertización, inundaciones, incendios y, en el peor de los casos, conflictos por la escasez.
El aumento de la renta per cápita previsto en estos escenarios ocultará el aumento de la desigualdad. Las decisiones sobre la explotación de los recursos y el acceso a estos serán claves. No obstante, es vital tener en cuenta que las políticas que fomentan la conservación del medio ambiente y su biodiversidad, contribuyen al bienestar del hombre.
¿Cómo podemos evitar la pérdida de la biodiversidad?
Ya sabemos que la biodiversidad es importante, pero ¿cómo la protegemos? Debemos tener en cuenta que cuidar el ecosistema es mucho más sencillo que recuperarlo. Así que las políticas gubernamentales y la concienciación de la sociedad pueden ser el paso previo para garantizar su bienestar.
Las actividades como la pesca, agricultura o ganadería deben tenerse también en cuenta. Estos sectores dependen de la biodiversidad, por ello, su cuidado es aun más importante. La responsabilidad corporativa puede ayudar en gran medida.
En lo económico, beneficiar a quien lucha por evitar la pérdida de los ecosistemas y castigar a quien no es una posibilidad. Fomentando así las buenas prácticas. Todo ello, contando con organismos nacionales e internacionales.
Recuerde: sus acciones se reflejan en todo el planeta.