Aplicar a un puesto es el primer paso para la inserción laboral. Sin embargo, la mayoría de organizaciones no se conforman con un currículum, quieren conocer a los candidatos y comprobar su valía. Por eso, hoy le ofrecemos los mejores consejos para una entrevista de trabajo.
Su forma de expresarse, su vestimenta e, incluso, sus gestos van a ser analizados al milímetro. Por lo tanto, lo mejor es prepararse la intervención a conciencia, habiendo estudiando el modo de comportarnos e intervenir.
No se trata de fingir quienes no somos, sino de demostrar que encajamos en la compañía. Por lo tanto, habrá que poner de manifiesto nuestros intereses, formación, experiencia, valores o todo aquello que sea relevante para justificar nuestro desempeño.
Por supuesto, todo esto estará enfocado a despertar en interés de los entrevistadores por nuestro perfil. De este modo, impactaremos y querrán contratarnos en la compañía. ¿Quiere conquistar a los seleccionadores? ¡Siga leyendo!
Las tres etapas de una entrevista de trabajo
Debe saber que los procesos de selección pueden ser más largos de lo deseado en algunas ocasiones. Primero se envía el currículum, luego una entrevista telefónica, una charla presencial, pruebas de capacitación,…las exigencias de una empresa pueden llegar a ser abrumadoras. Pero lo importante es que al final conseguirá su objetivo: un puesto laboral.
No obstante, en este post vamos a centrarnos en las tres etapas que suelen darse en las entrevistas presenciales. Si usted tiene una conversación telefónica o por videollamada, tendrá que aplicar los mismos consejos pero con las limitaciones de estos canales de comunicación.
Primera etapa: preparación de la entrevista
Antes de la cita con el entrevistador, le sugerimos que tenga en cuenta los siguientes consejos para realizar su entrevista de trabajo. El primer paso, aunque pueda parecer evidente, es tener clara la hora, el lugar y la persona con la que ha concertado la cita.
Asegúrese de que ha entendido perfectamente estas cuestiones antes de colgar el teléfono o dar por finalizado un hilo de email. Con esta información podrá calcular cuánto tiempo se tarda en llegar, si es fácil aparcar,…y todos los requerimientos necesarios para estar a tiempo.
También deberá prestar atención al nombre de la persona con la que ha concertado la entrevista. Si tiene un nombre o apellido complicado de pronunciar, practíquelo hasta tener soltura. Además, en este mismo sentido, investigue sobre la empresa a la que está postulando.
Consiga impresionar a los entrevistadores con un conocimiento extenso sobre sus productos o servicios, la historia o las noticias recientes. De esta forma, podrá transmitir mejor cómo encaja su perfil dentro de su compañía y enmarcarlo en sus valores.
Seguidamente, debe conocer su currículum de principio a final. Incluso si incluyó alguna “no-verdad” procure saberse cada palabra que escribió y sepa cómo convencer a los entrevistadores de que es cierto lo que dice. No es un examen, muéstrese natural.
En este punto, podría incluir datos sobre su experiencia previa para dar más fiabilidad a su relato. Además, es una excelente forma de demostrar que sabe lo que dice y lo que hace. Puede incluso llevar un porfolio de sus trabajos más recientes.
La cuestión es que pueden preguntarle sobre cualquier dato que les haya transmitido, así que no deje nada a la improvisación. Finalmente, puede pensar algunas preguntas sobre dudas que le surjan, conforme vaya evolucionado la entrevista podrá realizarlas.
Es importante tener en cuenta que si se genera un diálogo entre las dos partes interesadas, la información para ambos será más interesante. Podremos saber si encajamos y si la empresa puede aportarnos lo que buscamos y viceversa.
Segunda etapa: entrevista
Si ha seguido nuestros consejos para la preparación de una entrevista de trabajo, sabrá que debe llegar a tiempo. Es decir, unos minutos antes de la hora concertada. Como en la fase anterior ha revistado cómo ir, no debe haber problema. No obstante, nuestro consejo es que salga con tiempo de antelación. Más vale que tenga que esperar usted que llegar tarde.
Cuando llegue a la recepción, o directamente con su entrevistador, salude con firmeza transmitiendo confianza. En la actualidad, con la crisis sanitaria, dar la mano no es lo más recomendable y en muchos países la mascarilla es obligatoria. Por lo tanto, su tono de voz y su comunicación no verbal serán los encargados de transmitir esta actitud.
Siga sus indicaciones si tiene que desplazarse a otra sala o le indica que espere unos minutos. Espere que le ofrezca sentarse antes de hacerlo. Asimismo, no se olvide en ningún momento de mantener una postura erguida pero relajada, no tense su cuerpo.
Puede realizar alguna técnica de relajación antes de la entrevista para eliminar los nervios que, por otra parte, son totalmente normales. No obstante, tener el control sobre ellos le ayudará a expresarse mejor.
Otros consejos para su entrevista de trabajo pueden ser no hablar mal de su anterior empresa, responder a preguntas comprometidas de forma educada pero sin profundizar. Además, intente contestar justificando las respuestas y huya del “sí” o “no”.
En todo esto, trate de poner en valor sus capacidades relacionándolo con su experiencia y la formación de la que dispone. Consiga que el entrevistador crea en sus habilidades y en que puede ser un buen partido para el negocio.
Y, por supuesto, no se olvide de cuidar su comunicación no verbal durante todo el proceso. Sus gestos pueden delatarle en una mentira, dejar ver su nerviosismo,…Pero quizás, el mejor consejo es no mentir. Seguro que tiene unas excelentes capacidades y no tiene que fingir nada.
Tercera etapa: cierre y despedida de la entrevista laboral
Seguramente, el entrevistador será quien cierre la sesión. Pero lo más probable es que antes, le pregunte si tiene alguna duda. Este es el momento de cuestionar aquello que no le ha quedado claro. Muestre sus preguntas con educación para entender cuál sería su desempeño, las condiciones del puesto, cuándo le informarán si ha sido seleccionado,..
Puede pedirle una tarjeta para mostrar interés y preguntar si puede llamar en un par de días. Asimismo, no muestre desánimo aunque sienta que no encajó, puede que en otra ocasión se acuerden de usted; deje un buen sabor de boca. Por último, no se olvide de agradecer su tiempo al entrevistador.
Pero, ¿y si usted postula a un puesto para reclutador o seleccionador de personal? Entonces nuestro mejor consejo es que se forme con nuestra Maestría en Dirección y Gestión de Recursos Humanos. ¡Inicie el camino del éxito profesional!