Todo comunica. Las empresas también. A día de hoy casi todas las organizaciones tienen clara esta premisa, sin embargo, todavía quedan algunas que no aplican medidas para mejorar este aspecto. La comunicación dentro de una organización, se denomina comunicación corporativa. Esta sirve para la transmisión de información desde dentro hacia todos sus públicos. Es una herramienta para dar a conocer los valores e ideas de la empresa a cada una de las partes que conforman el negocio. También puede actuar como estrategia en la resolución de situaciones excepcionales. Controlar este tipo de comunicación es una pieza fundamental para el éxito. En las situaciones de incertidumbre, como una crisis, contar con estrategias en comunicación puede ser la clave para sobrevivir a ellas. La empresa puede revertir esta condición, convirtiéndola en una oportunidad para fortalecerse. En este sentido hablamos de comunicación de crisis. Y tú, ¿podrías salvar tu negocio ante una crisis sanitaria como la que vivimos actualmente?
¿Qué es una crisis empresarial?
Una crisis empresarial es una situación adversa para el negocio. Esto se debe a un aspecto mal planeado, pero también a cuestiones imprevistas como la actual alarma sanitaria. La organización debe trabajar por mantener su reputación. Independientemente de la tipología de la crisis, esta será una de las cuestiones más graves a las que se puede enfrentar una organización. Saber gestionar las situaciones difíciles es vital para evitar los perjuicios en la imagen de marca. En primer lugar, la empresa debe contar con un plan de comunicación de crisis. Se trata de un documento que incluya las acciones previstas ante cualquier situación excepcional. Es importante que todos los miembros de la organización formen parte de la redacción. Asimismo, es imprescindible la continua actualización. Antes de que se produzca la adversidad es necesario un ejercicio de monitorización para conocer qué se dice de la empresa. Se trata de un análisis exhaustivo de los medios, internet y las redes sociales. En este proceso entra en juego la comunicación interna y externa. La primera servirá para evitar la crisis en sí misma, mientras que la segunda actuará como respuesta a esta.
La crisis ya ha llegado a mi empresa, ¿qué hago ahora?
Si tu empresa cuenta con un plan previo, el proceso será mucho más eficiente. De lo contrario, tendrás que realizar todo el trabajo de monitorización y análisis cuando surja la crisis. En el primer supuesto debemos continuar con las siguientes etapas:
- Designa responsables para aplicar el plan de comunicación en crisis: la empresa debe elegir un líder para dirigir el proceso durante la crisis. También habrá que seleccionar a su equipo para conformar el gabinete de crisis. Todos los miembros deberán tener facilidad para tomar decisiones y una gran capacidad comunicativa.
- Analiza la situación real: antes de poner en marcha el plan, deberás realizar un análisis de qué ha sucedido y qué opina tu público objetivo. Del mismo modo, en esta fase se fijan los objetivos que se quieren alcanzar.
- Define tu público: para poder aplicar las herramientas y estrategias adecuadas debemos conocer a quién nos dirigimos.
- Elige tu estrategia: reactiva, proactiva, accesible o de consistencia.
- No olvides la actitud: el plan debe ir acompañado de paciencia y transparencia.
Ejes de la comunicación corporativa durante la crisis
El plan puede resultar muy útil, sin embargo, la empresa debe tener en cuenta otras cuestiones como complemento a este. Como ya hemos mencionado, la anticipación puede suponer una gran ventaja. Si hemos sido previsores, ya tenemos gran parte del trabajo hecho. Asimismo, es imprescindible que nuestros contenidos sean creíbles para el público al que van dirigidos. En esta misma línea, debemos tener en cuenta la cantidad y calidad de la información que ofrecemos. Por ello, la capacidad de gestión de la empresa las primeras 24 horas de la crisis es vital. De este modo, podremos reducir la incertidumbre inicial. Por último, se deben fortalecer las relaciones con nuestros públicos tanto internos como externos. No es suficiente con una respuesta individual a la persona que se muestra reticente con la empresa. En definitiva, la comunicación corporativa es una estrategia esencial en el mundo empresarial. No solo es útil en situaciones adversas, mantener un flujo comunicativo entre los miembros de la organización es esencial para el desarrollo de la actividad laboral de forma eficiente.