El mar ha inspirado grandes leyendas. Sirenas, dioses y ciudades perdidas confluyen en nuestro imaginario colectivo. Sin embargo, más allá de esta herencia literaria popular, el mar ha ofrecido a lo largo de la historia una oportunidad para los comerciantes. Por ello, hoy navegaremos sobre las principales características del transporte marítimo.
En el contexto actual, el transporte marítimo supone el 80% del comercio mundial, según la Organización Mundial del Comercio (OMC). En la actualidad, las políticas más restrictivas han dejado paso a la liberalización. De este modo, la importación y exportación a nivel mundial crece de forma exponencial.
Es más, los datos del informe elaborado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el comercio y desarrollo (UNCTAD) lo corroboran. En las últimas dos décadas la tasa compuesta de crecimiento anual en esta área ha sido del 2,9%. Sin embargo, la incertidumbre y los riesgos asociados a diversos ámbitos hacen que para el periodo entre 2022-2026 se prevea una leve reducción del porcentaje hasta el 2,4%.
Evolución del transporte marítimo
Aunque pueda parecer imposible, el transporte marítimo se remonta a hace más de 5000 años. Es evidente que los recursos eran más limitados y, por tanto, las rutas más modestas pero cumplía con los objetivos previstos.
Ciertamente, cuando hablamos de transporte marítimo nos referimos al desplazamiento geográfico de personas o cosas de un lugar determinado a otro a través del mar. Este era y es la meta principal.
A modo de resumen, antes de profundizar en las características del transporte marítimo vamos a conocer quiénes fueron los precursores en la explotación del mar. Fenicios, romanos y egipcios fueron los primeros en comercializar a través de la vía marítima.
Las primeras embarcaciones fueron barcos de vela, que dieron paso a galeras, fragatas o barcos a vapor. Con el paso del tiempo, estos medios de transporte evolucionaron posibilitando el transporte de mayores cantidades de mercancías y/o personas. Además, se incrementó la seguridad en las navieras y se mejoraron las rutas.
En la actualidad, el avance de la tecnología ha permitido que las embarcaciones sean mucho más eficientes: más carga y menos consumo. Además, las rutas están diseñadas rigurosamente para optimizar al máximo los desplazamientos. Esto ha generado la profesionalización de este ámbito, por ello, se requieren expertos en las distintas áreas.
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Características del transporte marítimo
La logística marítima es la reina del comercio internacional. Esto es incuestionable, pero ¿se ha preguntado por qué ocupa esta posición? ¡Se lo contamos a continuación!
- Capacidad de carga: por razones evidentes, un barco carguero tiene unas dimensiones mayores que un camión, por ejemplo. Por ello, se puede transportar en un mismo viaje una cantidad superior de bienes.
- Reducción de costes: al poder enviarse grandes cantidades, los costes de combustible o mano de obra se minimizan. Además, en el transporte marítimo los comerciantes pueden compartir espacio en los contenedores, por ejemplo. De esta forma, se abaratan los gastos.
- Flexibilidad: permite adaptar el medio de transporte a la carga, utilizando desde grandes cargueros hasta pequeñas embarcaciones.
- Seguridad: una de las características del transporte marítimo es que es fiable en cuanto a las condiciones meteorológicas. Es decir, los riesgos son mucho menores que en otros medios como los aviones.
- Comercio internacional: posibilita las operaciones logísticas a gran escala, con viajes de larga distancia.
Tipos de logística marítima
Ahora que hemos detallado alguna de las principales características del transporte marítimo, vamos a conocer las tipologías de las embarcaciones. Como hemos mencionado, la logística marítima permite una gran flexibilidad, eligiendo la embarcación dependiendo de la carga o la distancia:
- Portacontenedores: es el más utilizado, el 50% del comercio marítimo sucede a través de ellos. Son barcos de grandes dimensiones con capacidad para más de 20000 contenedores. Además, son muy automatizados y pueden ir de un lado del mundo al otro en 20 o 30 días.
- Buque de carga general: es el barco básico y no admite contenedores. Se utiliza generalmente para traslado de carga suelta y suele estar compuesto de grúas.
- Graneleros: son barcos que transportan mercancía a granel sólida o líquida.
- Frigoríficos: incluyen los recursos necesarios para que la mercancía se mantenga refrigerada. Además, suelen ser más veloces que otro tipo de embarcaciones para evitar que la carga se estropee.
- Petroleros o para cargas químicas: disponen de una seguridad extra para evitar fugas de sustancias tóxicas o peligrosas.
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