Las empresas tienen una gran responsabilidad sobre la calidad de vida laboral de los empleados. No obstante, eso no hace que los trabajadores estén exentos de cuidar el clima laboral. De lo contrario, las actitudes negativas en el trabajo podrían mermar el rendimiento y la productividad, entre otras cuestiones.
Frases como “aquí hacemos así las cosas” o “siempre se ha hecho así” son comunes en algunos negocios. Sin embargo, estas actitudes suponen un perjuicio para la compañía y los propios empleados de la misma. A esto se le suman otras actitudes negativas como el estrés, el individualismo o la pérdida de tiempo.
En este post vamos a ver las principales actitudes negativas en el trabajo. Sin duda, el objetivo es aprender a detectarlas, prevenirlas y solucionarlas. De este modo, la empresa podrá ofrecer a sus empleados un lugar confortable para realizar su desempeño.
¿Qué es el clima laboral positivo?
Un clima laboral positivo se caracteriza por un ambiente relajado, donde la es comunicación libre, existen oportunidades de crecimiento,…Además, prima el respeto y la igualdad. En definitiva, un espacio donde los trabajadores se sienten cómodos tanto en sus relaciones como en su propio desempeño.
¿Quién es responsable de garantizar la calidad de vida laboral?
Sería injusto responsabilizar únicamente a la empresa de esta cuestión, todas las personas que conforman la compañía pueden adoptar actitudes negativas. No obstante, podemos hacer una división para comprender mejor que papel debemos adoptar.
Por una parte, encontramos a la organización. Esta debería propiciar el buen clima desde el departamento de recursos humanos. Estos profesionales son los encargados de establecer planes y protocolos para garantizar el bienestar. Pero también para detectar conductas perjudiciales a nivel individual o colectivo.
En este sentido, nuestra Maestría en Dirección y Gestión de Recursos Humanos puede ayudarle a capacitarse en esta área. A través de este postgrado puede adquirir las habilidades y conocimientos clave para la gestión de las personas dentro de las compañías. Sin duda, es una profesión imprescindible en las compañías actuales y del futuro.
En el otro lado, vamos a destacar a los empleados y miembros de la compañía. Las personas somos responsables de cómo actuamos en los diferentes ámbitos de nuestra vida. Así pues, puede haber trabajadores que hagan bullying y otros que lo sufran, o que estén sometidos a estrés en exceso.
¿Qué son las actitudes negativas en el trabajo?
Las actitudes negativas son aquellas que perjudican a la persona que las tiene o a terceras personas. Por ejemplo puede ser que un individuo sea perezoso, no sepa adoptar sus errores o tenga desinterés. Estas y otras actitudes pueden ser detonantes de otras problemáticas en el ambiente laboral.
En este sentido, las actitudes negativas en el trabajo pueden tener como consecuencia otras problemáticas que perjudiquen a la compañía. Algunos de los supuestos que pueden darse son los siguientes:
- Síndrome Burnout: es una patología que pueden sufrir los trabajadores cuando están sometidos a mucho estrés durante un tiempo prolongado. Es decir, se acaba haciendo crónico.
- Acoso laboral: cuando una persona es víctima de ataques físicos o psicológicos en el trabajo.
- Discriminación: se da cuando una persona recibe un trato desigual por razones de sexo, religión, edad,…
¿Cómo actuar ante las actitudes negativas en el trabajo?
Ninguna empresa está exenta de que sus empleados tengan actitudes negativas. Sin embargo, está en sus manos poder actuar de forma adecuada para atajarlas y que no perjudiquen al desempeño general. Por lo tanto, si una compañía es consciente de que hay comportamientos negativos debería:
- Llamar la atención: en primer lugar, la empresa habrá de dirigirse a la persona que tenga una actitud negativa y le invitará a corregirla. No se trata de amenazar sino de informar para que pueda mejorar.
- Evaluación de los RR.HH: si la problemática continúa sin cambios o los hechos son graves, los recursos humanos deben analizar la situación y ejecutar un plan adecuado.
- Motivar a los empleados: disponer de un plan de motivación puede ser clave para optimizar el clima laboral.
- Capacitar a los miembros de la compañía: respeto, inteligencia emocional, empatía y otras habilidades sociales.