El agua es un recurso natural imprescindible para la vida humana. Una persona en situación extrema no podría aguantar más de cinco días sin beberla. Pero además, dentro de nuestro día a día se ha convertido en un elemento básico para la higiene, la alimentación o el ocio.
En otras palabras, los recursos hídricos son básicos para la población. Sin embargo, su uso responsable todavía es un camino largo para conseguir la concienciación de todas las personas. Hay que tener en cuenta que todas nuestras acciones tienen un impacto en el medio ambiente y esto nos afectará directamente.
En resumen, una mala gestión del agua es perjudicial a nivel medioambiental. A la vez, este proceso cíclico acabará repercutiendo en nuestras vidas con espacios hídricos contaminados o falta de recursos.
Este es el motivo por el que vamos a hablar sobre el tratamiento de aguas residuales. Como hemos adelantado, el uso de los recursos hídricos conlleva una responsabilidad medioambiental. Es decir, utilizar el agua en beneficio propio sin limitaciones puede causar grandes daños que afecten en gran medida a la población.
¿Qué son las aguas residuales?
Las aguas residuales son cualquier tipo de recurso hídrico cuya calidad se ha visto afectada negativamente por diversos factores. Es decir, es agua que ya no sirve ni para el fin con el que se utilizó en primera instancia por motivos como su calidad. Encontramos tres categorías de aguas residuales que se engloban según su origen. A continuación exponemos sus características:
- Domésticas: se generan de las actividades humanas, por lo tanto, proceden de zonas de viviendas y servicios.
- Industriales: son las que proceden de la actividad comercial o industrial.
- Urbanas: es una mezcla de las aguas residuales domésticas e industriales, así como las escorrentías fluviales.
Sabiendo esto, debemos poner sobre la mesa algunos datos relevantes sobre el tratamiento de aguas residuales. En primer lugar, en los países desarrollados no se trata más del 80% de estas aguas. Esto supone entre el 3 y el 7% de la producción de gases de efecto invernadero.
Por otra parte, solo el 2% de las aguas residuales que sí se tratan en Europa son posteriormente utilizadas. Estos datos los ha facilitado la UNESCO en su Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2020.
¿Cómo se realiza el tratamiento de aguas residuales?
El objetivo del tratamiento de aguas residuales es eliminar las sustancias perjudiciales. Posteriormente podrá volverse a utilizar y que siga siendo parte del ciclo natural del agua. Como consecuencia de su uso doméstico, urbano o industrial los recursos hídricos acumulan elementos perjudiciales. Estos pueden ser aceites, arena o distintos compuestos nocivos para el medio ambiente y la población.
Teniendo en cuenta este objetivo, existen diferentes tratamientos para “limpiar” las aguas residuales y devolverlas a su ciclo natural. Vamos a ver las tres principales categorías:
- Físicos: se utilizan métodos para separar los elementos sólidos como arena, piedra u otros que puedan ser arrastrados por el agua. La técnica variará según el material que se desee separar. Algunos son, por ejemplo, tamizado, filtración,…
- Químicos: se realizan tratamientos que dependen de las propiedades químicas de los elementos contaminantes en el agua. Por ejemplo, la eliminación de hierro.
- Biológicos: se utilizan para eliminar elementos coloidales. Es decir, microorganismos que contaminan el agua.
Beneficios de las aguas residuales tratadas
Los recursos hídricos útiles para los seres humanos son limitados. Por este motivo, es necesario tener un cuidado exhaustivo y responsable de los mismos para garantizar la sostenibilidad. Pero además, ofrecen grandes beneficios para la sociedad y la industria.
- Agua limpia y segura: los tratamientos de las aguas residuales permiten eliminar los contaminantes y reutilizar este recurso sin riesgos. De lo contrario, el ciclo natural de evaporación y lluvia es mucho más lento.
- Cumplimiento de la legislación: tratar las aguas residuales permite evitar vertidos que perjudiquen al medio ambiente. Pero además, es útil para ahorrar costes y aprovechar al máximo los recursos.
- Minimiza los residuos: eliminar las sustancias nocivas permite que el agua residual no contamine otras áreas y el impacto sea mucho mayor.
- Ahorro de agua: la reutilización de las aguas residuales permite no sobreexplotar otros medios y reducir la contaminación.
El compromiso de UNADE con el medio ambiente
La Universidad Americana de Europa participó recientemente en la Feria Educativa de AGUAKAN. Esta es una empresa dedicada a ofrecer los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento en Quintana Roo.
Nuestra universidad firmó un acuerdo de colaboración con los trabajadores de esta empresa. El objetivo principal es poner a su disposición estudios en su área de conocimientos. A través de los cuales podrán seguir mejorando sus carreras laborales en esta compañía.
Ciertamente, esta empresa es crucial en el Estado ya que contribuye tanto al suministro como al tratamiento del agua. Como venimos diciendo, una buena gestión de los recursos hídricos es fundamental para reducir el impacto medioambiental y contribuir a la sostenibilidad.
Si quiere saber más, puede leer la noticia completa aquí. Además, desde UNADE le proponemos realizar nuestros estudios en el área medioambiental como la Maestría en Eficiencia Energética y Energías Renovables.
¡Sea parte del desarrollo sostenible!