Ya hemos sobrepasado la mitad del año y los más afortunados comienzan a pensar en sus vacaciones. Ciertamente, un descanso del ámbito profesional es muy necesario para desconectar y volver con una mayor motivación. No obstante, ¿cómo se plantea usted sus días de descanso? El slow travel es la nueva forma de viajar que se ha popularizado tras la pandemia.
El sector de la hotelería en México, y en todo el mundo, ha sufrido mucho durante estos años sumidos por la crisis sanitaria global. Sin embargo, ya ha comenzado el proceso de recuperación. Prueba de ello son las cifras que ha ofrecido el Gobierno de México, donde ha reportado un crecimiento de casi el 25% en comparación con el mismo periodo de 2020.
Por este motivo, el sector del turismo ha tenido que renovarse y adaptarse a las nuevas necesidades y demandas de los clientes. Ahí es donde entran en juego los diferentes modelos y tipologías para viajar. El cliente tiene el poder y las empresas deben mantenerse al día para satisfacerles.
Slow travel: una forma de hacer turismo
Existen tantas formas de viajar como personas hay en el mundo. Cada uno tenemos unas circunstancias, unos gustos o unas limitaciones. Hay quienes prefieren disfrutar cada segundo conociendo los rincones más recónditos. Pero también hay otros que valoran el descanso en un resort o aquellos que prefieren improvisar cada paso.
No hay opciones mejores o peores, simplemente cada una se adapta a las personas que las realizan. Sin embargo, como en todos los sectores, hay ciertas tendencias que marcan el rumbo del mismo. De igual modo, estar en constante adaptación permite que las empresas puedan mantenerse competitivas frente a los diversos retos.
Con todo esto, el slow travel no es nada que no existiese antes de la pandemia. La novedad está en que, después de la incertidumbre y la ansiedad provocada por el COVID-19, la sociedad ha realizado un cambio en sus hábitos. Ahora prima la salud mental, la calma, el disfrutar de pequeñas cosas,…lo que se traduce en viajar con tranquilidad, disfrutando de cada instante sin presiones.
Por lo tanto, podemos definir slow travel como viajar lento, tomándonos tiempo necesario para conocer los lugares sin prisas. En definitiva, huir del ritmo frenético que muchas veces aborda nuestra vida diaria. La principal característica es la calidad de las estancias, huyendo del turismo masificado.
¿Cómo surge esta forma de viajar?
Se trata de un movimiento con más de 30 años de historia. Surgió a finales de los 80 como respuesta a al ritmo acelerado de la sociedad más urbana. Sin embargo, estaba enfocado a la lucha contra la comida rápida que atentaba contra la gastronomía local. Esto se denominó slow food.
Poco a poco esto se extrapoló como una forma de viajar y casi de vivir. Su popularización ha dado lugar a valorar la gastronomía, la cultura o la lengua local. Se potencia la experiencia sin prisas y conociendo profundamente los lugares. En conclusión, desgranar el alma de cada sitio que visitamos y descubrir su esencia.
¿Por qué el slow travel se ha convertido en una tendencia?
Hay dos motivos principalmente: seguridad y anhelo. El primero hace referencia a la todavía preocupación presente por el alcance de la pandemia. Es decir, el miedo al contagio, aunque en menor medida, es uno de los factores que ha propiciado el slow travel.
Mientras que la segunda cuestión tiene que ver con el anhelo de la sociedad por recuperar la experiencia turística. Durante casi dos años, los viajes han sido muy limitados. Por este motivo, se han incrementado las ganas de salir de nuestras ciudades y volver a aquellos sitios que amamos. O descubrir otros con nuevos destinos.
Hay que tener en cuenta que el slow travel no se reduce a salir de las grandes ciudades o ir a la naturaleza. Existen multitud de planes “tranquilos” con los que disfrutar de cada rincón. Es aquí donde las empresas turísticas deben mantenerse atentas para ofrecer experiencias atractivas para este momento que vive la sociedad.
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Ya hemos mencionado la necesidad de adaptación y actualización a las nuevas necesidades y tendencias. Pero, ¿cómo puede hacerlo? Nosotros le proponemos nuestro Máster en Dirección y Gestión Hotelera.
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