¿Por qué lo hace y hasta dónde quiere llegar con ello? Podríamos utilizar esta pregunta en cualquier ámbito pero vamos a extrapolarla al contexto empresarial. Respondiéndolas seremos capaces de entender la diferencia entre misión y visión dentro de un negocio.
Ambos conceptos se plantean desde la creación de un negocio y deben perdurar hasta su desaparición. De lo contrario, la falta de coherencia será visible y esto repercutirá en la consecución de los objetivos.
Por lo tanto, en adelante, trataremos de encontrar la diferencia entre ambos conceptos con el fin de poder crear una identidad de empresa sólida que permita definir las estrategias y los objetivos de nuestra compañía.
¿Qué es misión? ¿Y visión?
Misión
Para empezar, podemos definir la misión de una empresa como la razón de su existir. Es el reflejo de su esencia. Por lo tanto, es imprescindible que sea específica, auténtica e única.
La misión se plantea en tiempo presente y su cumplimiento depende de diversos factores como los siguientes: entorno, actividad, recursos, necesidades que desea cubrir,..
Para determinar cuál será la misión de la empresa los directivos deben tener en cuenta cinco cuestiones: qué somos, qué hacemos, qué objetivos tenemos, cómo podemos alcanzarlos y cuáles son nuestros valores.
De esta forma, se define la misión en base a la esencia de la organización. Además, indicará el modo de cumplir la visión planteada.
Visión
En segundo lugar, la visión es como un gran objetivo global que se desea cumplir en el futuro. Es decir, es una perspectiva mucho más ambiciosa que las metas que se plantean en el día a día. No obstante, debe ser realista.
La visión es necesaria para clarificar la imagen que tenemos del negocio en vista al futuro. Es decir, es el reflejo de nuestras aspiraciones, expectativas o deseos.
La empresa debe marcar el punto desde el que parte para establecer una visión clara y alineada con los valores de la marca. Esto es imprescindible porque acompañará a la empresa durante toda su vida.
Diferencia entre misión y visión
La primera diferencia, y más evidente, es la definición temporal. Aunque ambos conceptos no deberían ser modificados nunca, la misión se plantea en tiempo presente mientras que la visión en futuro.
Por otra parte, la misión debe ser específica y concreta. En el lado opuesto, la visión es global y general. No obstante, ambas deben ser realistas y estar en concordancia con los valores e ideales de la empresa.
Finalmente, la visión se plantea primero ya que marca las metas de la empresa. Después se fija la misión determinando el modo en que se conseguirá cumplir con las ambiciones previstas.
Los valores empresariales
La diferencia entre estos términos ya debe estar clara. Sin embargo, hay una cuestión que está estrechamente ligada a la cultura de la empresa y es necesario tratar: los valores corporativos. Sin ellos, la misión y visión de una empresa no tendrá sentido y será difícil de cumplir.
Los principios éticos y morales se conocen como valores. A través de ellos, la empresa determina las pautas de comportamiento y, sobre todo, el modo en el que el consumidor nos percibirá.
Por ejemplo, no podemos incluir en nuestros valores la adaptabilidad cuando nuestro negocio es inflexible y rígido. Estaríamos mintiéndonos a nosotros mismos y al cliente.
Las personas emprendedoras deberían tener claras estas tres ideas a la hora de iniciar su negocio. Además, la formación especializada siempre es un valor añadido para el negocio. En este sentido, nuestra Maestría MBA en Administración y Dirección de Empresas será clave en el desarrollo de esta visión empresarial.